Ganadero sanrafaelino gana ocho premios en Expica

 

Jesús Montenegro Zeledón en Expica con su esposa e hijos.

A lo largo de sus 30 años como criador de ganado lechero, Jesús Montenegro Zeledón ha obtenido varios premios y reconocimientos, sin embargo cada vez que obtiene un nuevo triunfo, el  brillo en  sus ojos es igual al de la primera vez.

 

Este 19 de julio, se levantó como siempre, temprano, pero esta vez no era para trasladarse a su finca, su destino era la Exposición Pecuaria del Istmo Centroamericano 2010 (Expica), en donde lleva varios años participando  como expositor de ganado lechero Pardo Suizo Americano.

El motivo de irse más temprano, es porque ese día se realizó el  juzgamiento del ganado lechero participante en Expica. Y es que este evento es tomado muy en serio por la familia Montenegro Rugama, a tal punto que su hijo Winston llegó a la feria a las cuatro de la mañana para bañar y preparar  a los toretes y vaquillas que competirían con los otros de su raza de la región.

Ocho premios

Primero fue la clasificación de las vaquillas en sus diferentes categorías. “Ahí no me fue tan bien”, reconoce, pero al final una de ellas fue seleccionada como Reserva de Campeona Joven. Al llegar el juzgamiento de los toretes, el semblante le fue cambiando poco a poco, ya que el juez internacional fue clasificando a sus ejemplares de la siguiente manera: Reserva de Campeón Adulto,  Campeón Joven, Campeón Adulto, Reserva de Gran Campeón y el más ansiado: El Gran Campeón o Campeón de Campeones de Centroamérica.

Además de los trofeos para sus ejemplares, este ganadero de San Rafael del Norte y propietario de la Ganadería Las Mesetillas, obtuvo los  reconocimientos como Mejor Criador y Mejor Expositor de ganado Pardo Suizo Americano.

LA HAZAÑA DE “EL CONSENTIDO”

Pero este no ha sido el máximo reconocimiento, que Jesús o “Chito” como le dicen en su natal San Rafael del Norte, ha tenido en su carrera como ganadero. En anteriores ferias centroamericanas, además de haber obtenido estos reconocimientos, uno de sus toretes “El Consentido”, obtuvo la máxima presea que un ejemplar haya ganado,  Campeón de Campeones en  tres ferias nacionales y tres centroamericanas, por lo que fue laureado y ya no pudo volver a competir, debido a que alcanzó el máximo premio.

 

 

La hazaña con “El Consentido” casi la repitió con “Mis Mesetillas”, vaquilla que llegó a ser Campeona de Campeonas en tres ferias nacionales y dos centroamericanas.

Don Jesús valora inmensamente estos premios, debido a que son fruto de toda una vida de sacrificios y dedicación. Recuerda que sus inicios fueron duros y lo hizo con unos cuantos ejemplares, que no eran de raza pura, luego consiguió  un préstamo con el que adquirió 10 vaquillas de línea lechera, luego fue seleccionando sementales, realizando inseminaciones, hasta que finalmente se animó a participar en ferias ganaderas, incluyendo la más prestigiosa de la región, Expica.

Confiesa que su sueño siempre fue  participar en Expica Centroamericana, en donde desde su primera participación ha ganado premios, pero sobre todo prestigio como ganadero, lo que a su vez le ha permitido vender los ejemplares que expone.

¿Por qué Las Mesetillas?

Desde la primera vez que puso un pie en las ferias ganaderas, siempre ha identificado a su Ganadería como “Las Mesetillas”. Dice que sus hijos, que son profesionales, querían ponerle otro nombre, pero él se opuso, pues cuenta que Las Mesetillas es el nombre de la pequeña finquita de sus padres; Pedro Montenegro (q.e.p.d) y María Zeledón de Montenegro, en donde vivió sus primeros años y tuvo sus primeros contactos con el ganado (aunque no era de raza), y la agricultura.  “Ahí está mi origen y es como una especie de homenaje a mis padres, de quienes heredé la honradez, el respeto y el amor al trabajo”, explica.

¿Pero qué significan estos premios?, le preguntamos, a lo que nos responde sólo con una sonrisa,  mientras prepara sus maletas para retornar con su esposa Cristela y sus hijos  a San Rafael y luego a Matiguás, dónde tiene su ganado.

Dice  que criar ganado puro de raza no es más caro, pero sí de mayor cuido y muchos sacrificios, como llevar 30 años levantándose a las cuatro de la mañana, ya que religiosamente va todos los días a su  finca para cuidar todos los detalles de su ganado.

“Yo siempre estoy pendiente de todo, desde que el ternero está tierno, hay que saber darle la dosis correcta de leche, vacunarlo, darle las vitaminas,  desparasitarlos, en el caso de las vacas  hay que ser cuidadosos al ordeñarlas, se tiene que hacer lavado de manos constantemente, desinfectar las ubres, hacer la selección del pasto…”, dice “Chito”, lo que explica el brillo de sus ojos y su sonrisa, así como la satisfacción de su familia cuando recibe estos premios.