¿Matar para encubrir políticas de salud?
Los pobres perros sin dueño pagan por las políticas erradas de Salud.
¿O mucho me equivoco, o se está perdiendo la objetividad, ecuanimidad, el centralismo, la organización y planificación?
Evidentemente, el problema de la infestación de plagas de los hospitales, la falta de higiene en general, la presencia de animales como perros y gatos en sus recintos, no es un problema de hoy, no pasa exclusivamente en junio de este año. Pasa desde tiempos inmemoriales, pero, la prensa escrita recogió estos males como tema de denuncia, y el monstruo iconoclasta del Ministerio de Salud reacciona ahora.
Pero, ¿es posible que un Ministerio de Salud reaccione frente a la falta de higiene solamente cuando la prensa y los medios le reclaman? ¿No tendría que ser este tema parte de su Plan Operativo Anual, parte de las medidas que se toman en salvaguarda de los pacientes internados en los diferentes centros?
Quiere decir, ¿que si la prensa no reclama, las cucarachas seguirían lo más campantes en su paseo turístico por quirófanos, consultorios y laboratorios?
Todavía tuvimos que leer a algún obtuso que aseguró que las cucarachas y las telarañas eran culpa de la derecha, como si hubiera cucarachas liberales y sandinistas. Los animales y las plagas no tienen banderas ni visten colores partidarios.
En toda contienda, en toda reacción tardía frente a un problema obvio, existe la tendencia a que paguen justos por pecadores… en este triste caso, los animales, perros y gatos, que sufren del discernimiento por parte de los administradores de los centros de salud: en unos casos la muerte, en otros el traslado compulsivo, en pocos lamentablemente, el control humanitario de la población mediante la castración.
Ahora bien, ¿por qué un perro o un gato terminan alojándose o viviendo en un hospital de humanos? Primero, porque la infraestructura no impide el libre ingreso de animales; segundo, porque alguien lo llevó; tercero, porque funcionarios y pacientes los alimentan, Entonces, ¿tienen ellos la culpa? ¿Debemos matarlos para satisfacer tardías preocupaciones de higiene? No, definitivamente no.
Fundación A.Mar.Te. ha propuesto a los distintos nosocomios que podemos encargarnos de la castración de los animales, como medida acertada y humanitaria del control de la población, así como buscarles hogar en adopción para los animalitos.
En algunos lados, dirigidos por suerte por seres pensantes e inteligentes, respetuosos del derecho a la vida de los animales, como el Hospital Amistad Japón Granada, han sido bien receptivos de la propuesta, comenzando a organizar ahora la castración de los gatos del predio, la reubicación de los mismos en instalaciones para gatos dentro del hospital, reconociendo los administradores que, por un lado, los derechos de los animales impiden darles muerte, y que por otra parte, un núcleo reducido de gatos es beneficioso porque controlan plagas de ratas, ratones y cucarachas.
En otros, más atávicos, casi antediluvianos, sabemos que han dado muerte a varios animales, pero lo han hecho en la noche y enterrándoles, por lo que no tenemos evidencia más allá de lo que nos cuentan algunos funcionarios.
En otros, dicen que se los han llevado en sacos a lugares distantes… ¿Cuándo? ¿Cómo?¿ Dónde?¿A quién le consta que están bien?
Así como la población tiene derecho a un hospital higiénico en forma permanente y no solo tras denuncias de los medios, los animales tienen derecho a vivir. Por ello es que planteamos soluciones alternativas.
¡Porque los animales nos importan!
*Presidente Fundación A.Mar.Te.
Doctor en Medicina y Tecnologia Veterinarias
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