Costa Rica: elección sin elección

Rubén Aguilar Valenzuela

El próximo domingo 6 de abril está citada la segunda vuelta electoral para la presidencia de Costa Rica, pero no habrá competencia porque sólo se presenta uno de los candidatos, porque el otro contendiente, después de un mes de haber arrancado la nueva campaña decidió retirarse de la misma.

En la primera vuelta celebrada el pasado 2 de febrero, el candidato oficialista, Johnny Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN) obtuvo 29.59% de los votos y Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC) 30.95 por ciento. Una diferencia de sólo 1.36 por ciento.

Los dos quedaron lejos de obtener por lo menos 40% de los sufragios que exige la ley para evitar una segunda vuelta.

Solís y Araya iniciaron la nueva campaña, pero el candidato oficialista decide dejar la competencia, el pasado 5 de marzo, ante el resultado que mostraban las encuestas.

Los sondeos indicaban para entonces que Solís tenía una intención de voto de 64.4% y Araya de 20.9% y todo apuntaba a que la brecha se seguiría abriendo. Es cuando Araya, en un hecho inédito para Costa Rica, anuncia en conferencia de prensa que se retira.

En esa ocasión, paletó que “la sensatez indica, ahora más que nunca, que hay que sopesar la realidad y por ello, con firmeza de ánimo, hago saber mi decisión de concluir hoy la campaña por la Presidencia de la República. La prudencia aconseja no gastar millones en propaganda, reuniones y movilizaciones…”.

El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) de inmediato salió a decir que la Constitución costarricense prohibía la renuncia de los candidatos a la Presidencia, por lo que la segunda ronda electoral se habría de celebrar como estaba programada. Eso a pesar de que quedaba claro que Solís iba a ser el ganador, cosa que se hará oficial el próximo domingo.

El nuevo presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, de 56 años, es académico. Su ascenso político ha sido meteórico y en sólo un año pasó del anonimato a convertirse en el líder de un movimiento ciudadano que busca desplazar al Partido Liberación Nacional (PLN) que por décadas ha gozado del poder.

Antes de su nominación como candidato presidencial del Partido Acción Ciudadana (PAC) sólo era conocido en los círculos académicos. Él tiene una licenciatura en Historia por la Universidad de Costa Rica y una maestría en Ciencias Políticas y Sociología, por la Universidad de Tulane, de Estados Unidos.

Solís resultó una gran sorpresa en la primera vuelta al salir como el triunfador, dentro de 12 candidatos que se presentaron. En los discursos de campaña insistió en lo que sería una plataforma de corte socialdemócrata, destacando la importancia de la calidad de la educación, la mejor atención de la salud y las pensiones para todos. Inicia su mandato con enormes expectativas de los votantes.