Rss Feed Tweeter button Facebook button Youtube button
|

Psicología en terremotos y desastres naturales

Dr. Vicente Maltez Montiel.

Dr. Vicente Maltez Montiel.

* Según la magnitud de los desastres, de un 33 a 50% de la población sufre manifestaciones psicológicas de aflicción y miedo

Dr. Vicente Maltez Montiel (*)

Cualquier país del mundo puede resultar perjudicado por un desastre natural y la Organización de Naciones Unidas (ONU), ha reconocido que constituye seria amenaza al desarrollo, que afecta de manera especial a países empobrecidos como el nuestro y muchos más donde terremotos, huracanes, maremotos y otros eventos generan muerte de miles de vidas y otras consecuencias.

Los desastres y emergencias deterioran la estructura de nuestras sociedades, desorganizan las familias al tiempo que se pierden valiosas vidas y bienes y se altera la salud mental colectiva e individual.

Según la magnitud de los desastres, de un 33 a 50% de la población sufre manifestaciones psicológicas de aflicción y miedo, que en su mayoría son reacciones normales y no hay que perder de vista que muchos casos van a requerir atención profesional prolongada.

El impacto psicosocial de estos eventos en el ámbito psicológico individual, familiar y social, estará determinado por las condiciones de vida y por el grado de deterioro de su ambiente físico y social, lo cual tiene que ver con el nivel de pérdidas experimentado: familiares, bienes, mascotas, el arraigo y otros.

Las tensiones de la vida diaria y las situaciones conflictivas de todo tipo que sufrimos, generan una respuesta. Experimentamos modificaciones emocionales de ansiedad, nervios, miedo, tristeza y frustración o rabia (ira), que van a llevar a estas reacciones, con el paso del tiempo repercutan en nuestros órganos internos que es la somatización.

El impacto físico de este estrés interno es la somatización, que se manifiesta por palpitaciones o taquicardia, elevación de la presión arterial, insomnio, desmayos, “vacíos en el estómago”, contracturas en el estómago, y en los casos graves, infartos agudos del miocardio o “ataques cardíacos” y hasta fallecimientos.

Todos los seres humanos contamos con una capacidad de responder a la alerta que nos ayude a dar una respuesta frente a la situación o situaciones traumáticas. La familia en la cual hemos aprendido a “copiar” comportamientos sanos de nuestras personas mayores, la influencia de las relaciones interpersonales que nos aportan visión de confianza y optimismo, así como la orientación que ejerce el grupo social al cual cada quien pertenece, son factores que condicionan el nivel de respuesta.

Ese nivel de respuesta que todos poseemos es la Resiliencia: capacidad de resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y volver acceder a una vida significativa y productiva. Esta es una característica de un pueblo como el nuestro, “que está hecho de vigor y de gloria” demostrada en terremotos, sequías, guerras y crisis de todo tipo.

Los eventos de mayor impacto psicosocial son los de tipo inesperados como terremotos, los ocasionados por el hombre (conflictos armados, acciones de terrorismos), el estrés prolongado o los de afectación colectiva.

Los eventos inesperados como terremotos no dan tiempo a la prevención y se asocian a sentimientos de impotencia y reacciones emocionales del tipo de crisis de pánico, paralizantes o de huida.

Cuando el estrés es muy prolongado la o las víctimas se sienten atrapadas e impotentes, fácilmente entran la desesperanza y agotamiento de las defensas.

De los afectados hay dos aspectos a considerar: tipo de personalidad y capacidad de afrontamiento. Presentan mayor riesgo los ancianos, porque suelen convivir con limitaciones materiales de todo tipo y es frecuente que padezcan como mínimo cuatro enfermedades, factores que conforman la llamada “co-morbilidad”

También son grupos de riesgo alto los niños, enfermos mentales o portadores de enfermedades crónicas, y las mujeres consideradas como un grupo vulnerable que en situaciones de crisis soportan la mayor responsabilidad en el cuidado y mantenimiento de la estabilidad familiar.

En una o varias personas se puede dar la confluencia de variadas situaciones traumáticas, inclusive en personas consideradas “normales”. También se dan factores mixtos, por ejemplo: mujer anciana y enferma crónica.

Aunque los desastres no escogen víctimas, los pobres suelen llevar las peores consecuencias y hay que estar atentos en proveerles todo tipo de ayuda. Suelen haber respuestas violentas de los necesitados cuando las provisiones de ayuda llegan de forma desorganizada, tardía o escasean. La historia política-cultural de nuestro país recuerda el personaje “Panchito Escombros”, que protestaba cuando una dictadura hizo mal uso de la ayuda internacional en el terremoto de 1972.

La experiencia internacional demuestra que no basta proporcionar bienes o soluciones materiales, hace falta poder aportar resolución de problemas inmediatos y prevenir los de futuro que van impactar sobre la salud mental y que en sociedades como la nuestra, de tipo post-bélico, son de consideración.

Necesitamos especialistas en salud mental realizando intervención comunitaria preventiva en personas con trastornos de ansiedad, pánico, depresión, estrés post traumático y abuso de sustancias tóxicas. Tiempo de “unir muchos vigores dispersos”.

(*) Especialista en medicina interna y químico-farmacéutico, autor del libro “Larga vida y prosperidad, consejos de salud”.
Clínica médica en calle principal de Altamira, frente a la CECA, teléfonos: 2278-0830 y 22670251.
maltezvic@hotmail.com

Archives

Recently Commented

  • Mark Potosme: Que no se vuelva a aparecer en Nicaragua este viejo hediondo. Esos no comen banano por no botar la...
  • Allan Brito: La peor raza de la tierra, sino preguntenle a los paleestinos que sufren un verdadero holokausto por mas...
  • Montecristo: Estas agencias estan infestados de moclines y gays deprabados y son los que imponen las nuevas modas...
  • El Alguacil: La idea nunca fue que nosotros terminemos pagando el impuesto, sino que no entraran productos narcos....
  • MADE IN COLOMBIA: es re gracioso eso que llaman “impuesto patriotico”, al final ese arancel lo termina...