Costa Rica ve “nuevo conflicto” en inauguración de puesto fronterizo
Un conflicto que estuvo escondido entre Nicaragua y Costa Rica y que ahora sale a luz a pocos días de que Laura Chinchilla entregue el poder, tiene trazas de inverosímil debido a los ingredientes que lo conforman.
Se trata de la escasa o nula importancia que el gobierno de doña Laura le brindó a la parte que le corresponde en el paso fronterizo de San Pancho-Las Tablillas, pese a que dicho puerto terrestre ahorrará 100 kilómetros de recorrido a los vehículos de carga para pasar desde Panamá hacia el resto de Centroamérica, al evitar la frontera de Peñas Blancas.
Costa Rica no puede alegar falta de recursos debido a que el Banco de Interamericano de Desarrollo (BID), le otorgó un préstamo para montar la infraestructura necesaria y llevar a cabo la apertura del puesto, pese a lo cual, dicho país ha avanzado poco en dicha obra.
Pese a la clara desidia, achacada por expertos ticos en la materia a la negativa del gobierno de Chinchilla de tener que sentarse a dialogar sobre el paso con su homólogo de Nicaragua, Daniel Ortega, resulta que ahora Costa Rica se opone a que nuestro país inaugure dicha obra el 10 de mayo próximo, dos días después de que doña Laura sea historia.
Medios de prensa costarricenses señalan que Mario Zamora, ministro de seguridad pública, explicó que desde hace varias semanas, mediante nota diplomática emitida por la Cancillería, se le solicitó a Nicaragua trasladar la apertura hasta el segundo semestre del 2014, “pero, al parecer, los nicaragüenses han hecho caso omiso de la misma”.
“La apertura unilateral es un acto hostil, que pretende forzar a la nueva Administración a entablar una mesa de diálogo directo, que hasta ahora el Presidente electo ha declinado llevar a cabo.
“Esta medida de presión pretende sentar a Costa Rica en una mesa de negociación usando como excusa la apertura de la frontera en Tablillas por parte de Nicaragua”, dijo el Ministro.
Hace un año, Zamora dijo que era urgente mejorar las condiciones de Las Tablillas, pues Nicaragua construía una carretera en la zona por donde posiblemente ingresará a Costa Rica el 40% de los vehículos que actualmente lo hacen por Peñas Blancas.
Y pese a que ahora considera la posible inauguración un acto hostil, en mayo del año pasado aseguró que para Costa Rica, el nuevo puesto es “imprescindible y urgente para el inmediato control de personas y tráfico de mercancías en esa zona”.
“A criterio de algunos expertos en la materia, esto es simplemente una forma en la que el gobierno de turno estaría quitándose la responsabilidad de tener que negociar con la administración de Ortega, con la cual desde el problema con Calero, se han visto muy debilitadas las relaciones”, señala el Diario Extra.