Continúa sabotaje tico al puente de Santa Fe
El nuevo presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, ha continuado con la política de cero diálogo con Nicaragua heredada de su antecesora Laura Chinchilla, lo que incluye una especie de sabotaje a algunas obras que servirían a la población de ambos países, como es el puente de Santa Fe.
La obra está culminada desde hace varios meses en el lado nicaragüense, sin embargo, luce enorme atraso en el lado tico debido a que Chinchilla no le dio la importancia debida, ahogada por sus odios nacionalistas.
El puente Santa Fe, con 500 metros de largo, está ubicado a tan solo 9 kilómetros de la frontera entre San Carlos de Nicaragua y Los Chiles de Costa Rica.
Además del puente, del lado nicaragüense ya hay carreteras nuevas, puestos de migración, aduanas, policía y ejército, pero del lado tico el panorama es muy diferente, pese a que se conoce que el BID les aprobó el préstamo que requerían.
Solo hay una vieja caseta policial y la promesa de que ahí se construirá la frontera más moderna y modelo de Costa Rica, según la publicación Repretel.com.
Una cerca de alambres de púas es lo único que divide a ambas naciones.
En Tablillas, los nicaragüenses cruzan a nuestro país libremente sin pasar por ningún control migratorio, ya que el único puesto del lado costarricense está a seis kilómetros de la frontera en el centro de Los Chiles.
¿Por qué presiona Nicaragua por una nueva frontera?
Tablillas sería un beneficio para las exportaciones que salen de Nicaragua y a la vez las que Costa Rica envía a otras naciones de Centroamérica, ya que ahorraría a los transportistas de cada país más de un centenar de kilómetros de viaje.
Hasta el momento, el gobierno tico lo único que planea es la construcción de un puesto provisional que empezaría a funcionar antes de diciembre de este año.