Guanacaste: 190 años de abandono

Ciento noventa años después de que Costa Rica se anexara las provincias nicaragüenses de Guanacaste y Nicoya, dichos territorios siguen siendo vistos como de tercera categoría por las autoridades del país vecino, que solo se acuerdan de ellos para “vestirse de nacionalismo” cada 25 de julio.

Servicios tan básicos como el agua potable son inexistentes en una población emparentada directamente con Nicaragua por razones de raza y costumbres. Además hay un enorme desempleo y las carreteras están en mal estado.

Lo anterior lo comprobó el miércoles el presidente Luis Guillermo Solís, quien llegó a la localidad acompañado por sus ministros y algunos diputados. El mandatario ordenó reparar la ruta entre Sámara y Nosara, pues alegó que, pese a su alto interés turístico, hoy es una “trocha”.

Al igual que sus antecesores, Solís bailó música tradicional dio abrazos y besos a algunos pobladores y se fue dejando atrás un cúmulo de promesas.

Por la tarde, a su llegada al Concejo de Liberia, el mandatario amplió la lista de problemas guanacastecos por atender, en particular, el hecho de que casi todo el cantón, desde casas de habitación hasta comercios, no tiene una gota de agua.

La primera acción para enfrentar el problema de la sequía en Guanacaste fue declarar alerta amarilla, lo que implica la creación de un plan de acción inmediata, según informa La Nación.

Entre las necesidades liberianas, el alcalde del cantón, Luis Gerardo Castañeda, agregó la atención urgente de la red vial cantonal, la habilitación de la ruta alterna al aeropuerto internacional Daniel Oduber y la creación de empleos para profesionales.