Economía puede crecer con gobierno de izquierda

* El rector del Incae, Arturo Condo, considera que es viable, ya que la actividad económica no depende de las ideologías, sino de la apertura que brinden

Julio Villarán
La Página

El rector de la escuela de economía Incae, Arturo Condo, es del parecer que los gobiernos autoritarios limitan las posibilidades de crecimiento en la región, de manera que el futuro económico en Centroamérica no depende de ideologías de izquierdas o derechas, sino de gobiernos abiertos que faciliten el clima de negocios, dijo.

En tal sentido, afirmó que sí se puede ser exitoso económicamente teniendo a un gobierno de izquierda en el poder.

Condo estuvo recientemente en El Salvador, en el marco de la celebración de los 50 años de una de las escuelas de economía más influyentes en el mundo, como es el Incae, la cual fue fundada en San Salvador en 1964 por el empresario Francisco de Sola, bajo la tutela del expresidente John F. Kennedy, de los Estados Unidos.

“En estos cincuenta años hemos formado líderes de alta eficacia y alta conciencia de la empresa. Lo que tenemos es una instancia consolidada, reconocida no solo a nivel regional, sino que se ubica como una de las mejores instituciones educativas en América Latina”, aseguró.

El Incae fue la sede en los 80, en Costa Rica, del primer encuentro que propició los acuerdos de paz que pusieron fin al conflicto armado en El Salvador y que dejó como resultado a un FMLN convertido en partido político. Pero Condo resalta que se han mantenido alejados de las ideologías “aun cuando tenemos nuestras propias premisas y pensar”, dijo.

¿Cómo ve la evolución política en la región centroamericana? ¿Cree que se puede crecer económicamente teniendo gobiernos de izquierda?

Sí, pero depende… Lo que es difícil es crecer económicamente cuando se tienen gobiernos autoritarios ya sean de izquierda o de derecha. Es más fácil crecer con gobiernos que respetan la institucionalidad sea de la ideología que sean, porque no es problema de derecha o izquierda, sino de elementos que hagan más fácil o más difícil la actividad productiva.

¿Cuáles son las amenazas que tiene que superar la región para capitalizar la fuerza que impulse el desarrollo?

La integración sigue siendo un reto. Si Centroamérica se integrara tendría más fuera con una zona mucho más eficiente, más eficaz y proveería mejores oportunidades a los empresarios. La integración no es solo para grupo Roble, Fragua, Wallmart, y otros que ya hacen negocios en la región; la integración es para dar oportunidades a las pequeñas empresas salvadoreñas que pueden aspirar a tener un mercado de 40 millones de habitantes.

Hay que minimizar los trámites aduanales y logísticos. Si rompiéramos esa barrera, abriríamos las oportunidades a las empresas más pequeñas, a los profesionales jóvenes. Pero hay muchos profesionales jóvenes que tienen que emigrar a Estados Unidos y a otros países porque en sus países no tienen mayores oportunidades. Y mucho se debe a las trabas en los negocios. De manera que la integración sigue siendo la mayor traba para el futuro de Centroamérica.

Otro de los grandes problemas de la falta de integración es la duplicación y hasta sextuplicación de procesos, por lo que tenemos que sacar certificados, permisos y otro montón de cosas para ir de un país a otro y eso no puede ser así. Nosotros proponemos que haya un solo permiso y un solo registro, proponemos ser pragmáticos y generar un estándar común alto, que opere con excelencia, parecido a las agencias federales gringas.

Los empresarios esperan invertir en ambientes seguros para florecer ¿cuál es la seguridad que se ofrece para ellos en la región?

Hace 20 años el problema era otro: eran los conflictos ideológicos, pero eso ya pasó. Ahora la inseguridad la padecen los países del norte de Centroamérica pero podría extenderse hacia el sur, y Nicaragua, Costa Rica y Panamá saben que no están lejos de padecer estos problemas. La inseguridad afecta el clima de inversión y afecta la calidad de vida, afecta todo.

¿Cuáles son las oportunidades que presenta Centroamérica para que los negocios crezcan y ser más productivos?

La posición geográfica es muy estratégica, pues estamos a la mitad de las Américas. Tenemos un TLC con Estados Unidos que nos permite abrir una puerta de entrada a ese gran mercado norteamericano. Nosotros somos pequeños en área, y eso facilita que podamos ofrecer un nicho. China por ejemplo, necesita una estrategia de desarrollo más amplia y no puede buscar nicho porque tiene que ver cómo le da de comer a mil trescientos millones de habitantes. Nosotros solo somos 40 millones. Es decir, tenemos la oportunidad de encontrar nichos interesantes de valor agregado en donde podamos ser nosotros y generar mejor valor a nuestros empleos, turismo, diferentes tipos de servicio, productos con mayor valor agregado. Hacemos textiles pero podríamos hacer textiles de moda, de mayor valor, y eso es un ejemplo nada más. Oportunidades hay muchas en el mundo de la tecnología y podríamos capitalizarlas.

Pero para crecer también necesitamos cambiar el sistema educativo de los países y como Incae podemos ayudar a apuntar cuáles son los cambios que se podrían hacer.

Los centros históricos en el istmo padecen el comercio informal ¿Cómo hay que abordar este sector que provee de alimento a miles de familias?

El comercio informal es parte de la economía, pero tiene el problema que el informal no tiene acceso al crédito y eso hace que su operación sea más cara. Alguien puede tener un buen producto, por ejemplo hace buenos tamales o una buena semita pero no puede adquirir deuda para crecer en sus negocios a intereses racionales; y al no poder invertir no podrá crecer, no podrá hacer contratos con clientes más sofisticados y más exigentes. Ello limita sus mercados a mercados de menos valor. Además el nivel social de la informalidad va de la mano con la falta de cobertura de seguridad social, con la nula cobertura con respeto a la falta de los derechos laborales, etc.

¿El tema energético es una limitante para el crecimiento económico en la región?

En Centroamérica no tenemos la capacidad instalada para generar energía de acuerdo al crecimiento poblacional y ello no permite tampoco el crecimiento económico. Queremos que esa energía no sea contaminante, que sea más limpia y los gobiernos no están haciendo lo suficiente en inversión para enfrentar este reto.

La región ha tenido sus “subes y bajas”, tanto Nicaragua, Guatemala, Honduras y El Salvador han pasado por procesos muy similares, con escenarios de inestabilidad política. El Incae es una escuela de negocios ¿cómo se ha adaptado a los gobiernos de izquierda y liberales?

El Incae no se politizó en ningún momento y eso lo hemos tenido claro tanto líderes como empresarios, profesores y decanos, que hemos sido cuidadosos en que el Incae no se politizara en una región que ya se veía inestable pero que después fue más convulsa, diversa y variable. Eso ha sido lo que más hemos cuidado y lo que más seguimos cuidando. No jugamos a la política, no tenemos una ideología como escuela, aunque tenemos nuestras premisas, pero somos una escuela de negocios y creemos que los negocios tienen un rol que jugar en la sociedad. Los negocios nos permiten tener conversaciones racionales basadas en evidencias sobre lo que hemos logrado: empleos, crecimiento económico, igualdad social, mejor manejo de recursos, por ejemplo. Esa neutralidad política y ese pragmatismo nos han permitido trabajar con el FMLN, o con el FSLN de Nicaragua, con el sector privado de derecha, con sindicatos, y con el grupo que ha estado dispuesto a sentarse a trabajar en función de una meta. Hemos vivido en Nicaragua y nos hemos involucrado con la sociedad, pero no en política; no hemos peleado ni apoyado a ningún gobierno sea del corte que sea.