“Nicaragua en mis pupilas”

* El pintor de origen chileno Víctor Canifrú, ha vivido más en nuestra patria que en el país que lo vio nacer. De la tierra que lo acogió exhibe ahora 42 obras de su diario quehacer

Hasta este sábado 20 de diciembre permanecerá abierta en Chile la exposición pictórica “Nicaragua en mis pupilas”, del artista chileno avecindado en nuestro país, Víctor Canifrú, quien ofrece una serie de 42 obras de temáticas típicas de su entorno social y paisajístico, y las inserta en un estilo de realismo mágico que da encanto visual a sus visitantes, en el Palacio Astoreca, dependiente de la Universidad Arturo Prat.

“Soy chileno, nacido y maltratado en Valparaíso. Salí en 1974 y desde entonces no volvía a Chile. No salí como turista y tampoco quise regresar como uno. Por eso vine con esta muestra, estudié arte en Santiago, en la Escuela Experimental de Educación Artística. Dicen que mi trabajo se inscribe en la tendencia del realismo mágico. Soy ignorante de la teoría, trato de hacer bien mi trabajo. Traigo una síntesis de los últimos cuatro a cinco años de trabajo”, expresó Canifrú en el contexto de su presentación visual.

Consignó: “Lo más cautivador es el color de la naturaleza, la flora y la fauna, y el centro humano de la población de Nicaragua. Gabriela Mistral tuvo gran amistad con el ‘General de los Hombres Libres’, Augusto César Sandino; y Pablo Neruda, que también se refirió a Sandino, en su relación a Estados Unidos”.

Recorrido

Rescatando y repasando en cada una de sus obras los lugares que el público podría hallar visitando Nicaragua, el artista citó que “la mujer de Casares se muestra como fuerza viva de trabajo. Casares es una caleta de pescadores en el mar Pacífico de Nicaragua. La fritanga también es una forma muy típica de comer en las calles, más que hot dog y papas fritas, es comida más ancestral y de mayor arraigo”.

-También está la “Sagrada Familia”; en general los ponen mirando para arriba. Nicaragua es humilde, pobre y pequeño, somos cuatro millones 800 mil personas allí, pero es un país de origen campesino, en que la familia vive de la tierra, por eso la veo mirando su camino, sabiendo a dónde van. Otro cuadro se llama “Yo soy de un pueblo sencillo”. Es una síntesis de Nicaragua, sus techos, sus papalotes. Sus instrumentos ancestrales, la Marimba, el horno de barro donde preparan sus tortillas. Los pañales tendidos de sus hijos, que traen la esperanza de mañana-, enunció parándose en dos que le provocaron especial reflexión.

Retorno

Compartió también Canifrú que en Nicaragua, vive en Managua: “Llevo 40 años. Hoy tengo 63 años, he vivido más afuera; salí a los 21. Ahora converso con la gente de las calles y los lugares. Siendo estudiante había venido a Iquique con un grupo de muchachos, por el año ‘67, y vinimos a la Fiesta de La Tirana. Son bellezas distintas, el Norte y Nicaragua; en esta última, el desierto es verde, se camina 50 metros por las montañas y las personas se pierden, se pierde la noción del norte y del sur”.

Refiriendo también a su tela de “Leda y el Cisne”, que lleva la historia de amor de Zeus, el pintor explicó que, en general, las obras están preparadas en óleo y acrílico, con reminiscencia de Chile, mediante la poesía de Pablo Neruda.

Finalmente, y en una recomendación de su mensaje en la muestra “Nicaragua en mis pupilas”, Canifrú apuntó: “Tengo una obra de ‘Los Manizadores’, se cosecha en el campo el maní de manera mecanizada, que recoge el 65 por ciento, y se produce una nube de polvo como la Camanchaca, se protegen como pueden, se disfrazan y parecen beduinos para sacar a mano el maní, y ése es su medio de subsistencia. Es el nombre que ellos mismos le dan a su quehacer. Esto sucede en el noroccidente de Nicaragua”.