Visibilizar y combatir maltrato a los viejos

 

Dr. Vicente Maltez Montiel *

• 15 de junio Día Mundial contra el abuso y maltrato a la vejez.
• Entrevista con la Doctora Martha Violeta Trujillo, psicogerontóloga social nicaragüense, catedrática e investigadora de la UCA.
• “La negligencia es la forma más común de maltrato a los adultos mayores”.
• “El abuso y el maltrato en contra de los y las personas de edad, expresa deficiencias educativas integrales de nuestra sociedad y conviene preguntarse: ¿en qué momento cultivamos el amor y respeto por los viejos en nuestro país?”, afirma la experta graduada en la Universidad de Barcelona, España.

Una pequeña oficina de la UCA, perfumada por abundantes flores recibidas el día anterior de su cumpleaños, es el escenario de la entrevista que nos diera la académica nicaragüense Doctora Martha Violeta Trujillo, graduada de psicogeróntologa social en la Universidad de Barcelona.

A manera de introducción le recordamos que cada quince de junio, por iniciativa de las Naciones Unidas, se celebra un día mundial contra el maltrato de aquellas personas que por haber llegado a 60 años o más, están catalogadas como personas de la tercera edad, término que pretende sustituir el de anciano o anciana. Se calcula que el 6% de la población de nuestro país alcanza esta condición, lo que resulta en más de 430 mil gerontes.

La primera Ley de la nación, que es la Constitución, ordena derechos y garantías, así como la prohibición de cualquier tipo de discriminación para todos los nicaragüenses, incluidos lógicamente los adultos mayores.

El artículo 48 del recién promulgado Código de la Familia (Ley No. 870), establece que la vida en familia deberá regirse por “la tolerancia, respeto y humanismo, brindándose un trato digno” a fin de “promover la erradicación de todo tipo de violencia intradomiciliar”.

Los adultos mayores se han convertido en noticia por sus justos reclamos reivindicativos relacionados con sus pensiones de jubilación, tema económico-social y jurídico que no abordaremos en esta oportunidad, lo cual no quiere decir que no exprese solidaridad por estos justos reclamos. En esta ocasión interesa destacar algunas repercusiones médico-sociales derivadas de la violencia contra abuelos y abuelas, a quienes tanto debe el país.

- ¿Qué es el abuso y maltrato hacía las personas de edad? ¿Podríamos darnos una idea de la importancia de esta situación que ya se le considera un problema de salud pública?

“Todos vamos a llegar a viejos o viejas y debemos ser constructores de una nueva manera de tratar con amor y respeto a nuestros ancestros. Y en realidad, sea quien sea, joven o viejo, todas las personas merecen un trato digno.

“La violencia contra los adultos mayores forma parte de la violencia que viven nuestras sociedades, cuando lo estudiamos nos damos cuenta que podemos identificar quiénes la padecen o sufren, quiénes son los agresores y las posibles causas y repercusiones, pero ante todo quiero destacar la importancia de que construyamos alternativas activas y crecientes que le salgan al paso a estas vergüenzas.

“En la actualidad se ha estimado que un 10% de la población mundial de tercera edad, que va creciendo por conflictos demográficos y de todo tipo, sufre abuso y maltrato. Se han identificado los siguientes tipos de maltrato: físico, abuso sexual, psicológico o emocional, el abuso del patrimonio económico y el abandono o negligencia.

“Pienso que lo que predomina en la actualidad es la negligencia. Recordemos que alguien puede incurrir en mala actuación o delito por acción o por omisión. La omisión es negligencia que se expresa en viejos que viven solos o solas en medio de pavorosas carencias, ante todo afectivas”.

- ¿Cómo se puede explicar que en el pasado se veneraba a las personas de edad y ahora se les deja en el abandono? ¿Qué condiciona estas actitudes hacía los adultos mayores?

“Es cierto que en la antigüedad se veneraba a las personas de edad, y en el Antiguo Testamento se estableció la pena de muerte a quienes irrespetaran a los padres. Sin embargo, ya para el siglo IX antes de Cristo, en Mesopotamia y en el África central se registran sacrificios de las personas por considerarlas un estorbo o carga social.

“El adulto mayor se vuelve vulnerable en nuestros tiempos porque ha perdido su protagonismo o liderazgo dentro del seno familiar, que se lo daba por ser proveedor principal o único, lo cual origina dependencia económica, hay una autoestima baja y se generan relaciones de dependencia derivadas de limitaciones físicas o motoras e intelectuales”.

- ¿Qué papel juegan las ideas y conceptos que tienen las personas más jóvenes en condicionar el maltrato? ¿Se ha logrado saber quiénes son los que maltratan a los ancianos?

“Las sociedades actuales manejan el “viejismo” y son los prejuicios discriminatorios en contra de los diversos aspectos de la vida y conducta del adulto mayor. Se le ve al geronte como un cascarrabias, manipulador, tiránico, que jode mucho, que es demasiado necio y que no comprende que ellos tienen sus problemas.

“Ese viejismo lleva a desplazar al anciano al fondo de la casa. A verlo como persona asexuada que no tiene derechos ni debe reivindicar sus necesidades sexuales, porque de lo contrario es un viejo verde o una vieja caliente.

“La violencia hacía el viejo proviene de sus cuidadores o de quien vive a su lado, y puede ser un miembro de la familia, un vecino o amigo, y lo más triste, hasta las instituciones o asilos que se supone están para cuidarlos. En los asilos el viejito pierde todos sus derechos porque debe comer, ver televisión, caminar o dormir a la hora que se le impone y cualquier desobediencia le llevará calificativos negativos.

“Un estudio cubano sobre el tema definió quiénes son los abusadores de los adultos mayores: 44.4% los hijos; 14.6% los cónyuges, la pareja actual (afectiva o sexual) 9.7%, y otros familiares, entre los que se encuentran nueras, yernos y otros en 17%. Los agresores son varones en un 68% y oscilaron entre las edades de 26 a 45 años”.

- Doctora Trujillo, usted dijo que es la negligencia lo más importante. ¿Y cómo quedan los factores sociales frente a un problema social y de salud pública?

“Cuando hablo de la negligencia como relevante me refiero a lo particular de la relación familiar, lo de todos los días. Pero definitivamente el llamado maltrato estructural y de la sociedad en su conjunto es el que debemos visibilizar, identificar, señalar con el dedo índice, reconocerlo. Porque es la sociedad con sus normas legales, sociales, culturales y económicas la que teje las redes en que se ven atrapados nuestros ancianos para sufrir el maltrato.

“Por ejemplo, el viejismo, los mitos y normas culturales que generan imágenes negativas de la vejez, muchas veces venidas desde los medios de comunicación…y todo eso conduce a la discriminación, el aislamiento, la exclusión, la soledad o marginalidad. El viejito y la viejita no pueden ser seres anónimos porque están vivos, comen, beben, ya están enfermos y se enferman más y más frecuentemente, sufren y aman. Y el maltrato estructural y social es de hecho el que lleva el mayor peso negativo del problema”.

- ¿Qué recomendaciones usted haría para que se visibilice el problema del maltrato a la vejez y pueda ser combatido exitosamente en nuestro país?

“Hay que ver el problema como un reto colectivo y en primer lugar plantearse la respuesta de la siguiente: ¿en qué lugar y momento estamos educando a nuestros hijos sobre la necesidad y obligación de respetar, cuidar y amar a nuestros viejos? Así que el problema en primer lugar es educativo.

“También tienen que ver las grandes políticas públicas o la llamada voluntad política del Estado por asumir estos problemas. Hoy en día se considera que los adultos mayores son una fuerza social que vota en las elecciones, en Nicaragua son en la actualidad un 6% y para las próximas elecciones pueden estar cerca del 10%. Hay países donde tienen partidos políticos.

“En el estado vemos esfuerzos, pero son pequeños y parciales. Recuerden que ancianos hay en todo el país, pero los clubes y actividades recreativas se dan en su inmensa mayoría en la capital, ¿por qué?

“Hay que realizar programas de todo tipo. Los nicaragüenses no practicamos un correcto estilo de vida y eso nos hará transitar hacia una jubilación patológica o enfermiza. La familia, el sistema educativo en todos sus niveles, los medios de comunicación, todos debemos contribuir, porque todos inevitablemente llegaremos a viejos y viejas”.

Agradecimos a nuestra amable y experta entrevistada las declaraciones exclusivas que nos ha brindado, y la comprometimos para conversar en una nueva oportunidad sobre tan importantes temas que son de interés permanente.

* Especialista en Medicina Interna, químico-farmacéutico y periodista. Clínica en Calle principal de Altamira, frente a la CECA, Managua. Teléfonos: 2267-0251/8854-7884 maltezvic@hotmail.com.