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Reflexiones a propósito del Día de la Miel en Chile

Dr. Vicente Maltez Montiel.

Dr. Vicente Maltez Montiel.

Dr. Vicente Maltez Montiel *

La miel es un símbolo universal de dulzura y alimento no solo físico, pues se le ha considerado sustento alimenticio de santos y sabios. Una leyenda dice que Pitágoras se alimentaba solo del dorado líquido que Virgilio llamó “don celestial del rocío”.

Recuerdo haber leído que Píndaro, cuando estuvo en el bosque, fue alimentado con miel. También la Biblia nos recuerda que Jonatán y Sansón, en dos momentos diferentes resolvieron sus necesidades de alimentación con miel.

En la primera semana de agosto (6) se celebra en la hermana República de Chile un día dedicado a la Miel, ya que la producción del áureo y dulce producto constituye un rubro de importancia económica: casi quince mil apicultores y 200,000 colmenas se las ingenian para producir anualmente 5,000 toneladas de miel.

Los chilenos han llegado a tener hasta 321,525 colmenas y el récord histórico de producción aportó 10,085 toneladas que generaron 26.1 millones de dólares. Cada kilogramo se vende a un promedio de 2,6 dólares.

Nuestro país y en especial los apicultores, calculados en unos 1,450, tendríamos que aprender estas importantes experiencias, en especial tomando en cuenta del repunte favorable de la producción del pasado año, incrementada en un 289.9%, con más de 700,000 kilogramos (770 toneladas), para un aporte a la economía de 1.4 millones de dólares.

La producción de miel se origina en tres principales regiones: el primero es Occidente (León y Chinandega) con el 40.4%; la zona central aporta el 30.6% y Managua es el tercer productor con el 23.5%, aunque solo reúne el 3% de apicultores. Al menos hay casi 25 mil colmenas con un rendimiento promedio de 34.16 kgs por cada una de ellas.

La mayor parte del “sudor” de las laboriosas abejas se exporta a Alemania y en menor grado a Bélgica y Costa Rica.

Desde mi visión de médico internista y químico-farmacéutico, quiero realizar las siguientes observaciones. Una de las terapias alternativas que va alcanzando creciente desarrollo en otros países es la Apiterapia, que es el uso de productos derivados de las abejas como el polen, miel, propolis (antibiótico natural), jalea real, cera de abejas y el veneno de abejas.

Para algunos, la apiterapia es “un tratamiento de último recurso”, en especial cuando han fracasado los mejores y más avanzados tratamientos disponibles. Por ejemplo, en los dramáticos casos de artritis reumatoide deformante y esclerosis múltiple en las cuales existe un trastorno del sistema inmunológico o de defensa.

El recurso que se utiliza en los dos casos anteriores y una larga lista de padecimientos es la Terapia con Veneno de Abeja (TVA), el cual deberá aplicarse por personal médico y paramédico de experiencia, teniendo a mano medicamentos para manejar graves reacciones alérgicas o anafilácticas, previa prueba de alergia que se sabe puede darse hasta en un 2% de la población general. No se puede utilizar TVA en las personas afectadas de padecimientos graves.

Los peligrosos vaivenes de la economía mundial y el atraso económico de países como el nuestro, sugieren que debemos utilizar las bondades de nuestro maravilloso entorno para ampliar más la producción de miel y todos los valores agregados que trae consigo la colmena, y dejar de ser el cuarto productor en el istmo centroamericano. Las necesidades son mayores que la producción mundial.

Sugiero que los apicultores consideren ampliar sus horizontes de actividad económica, vinculando su valioso trabajo y patrimonio con la salud humana de personas seriamente enfermas. Muchas alianzas de los apicultores con los médicos y sus asociaciones profesionales (AMN, Asociación de Médicos Internistas y otras), así como con la empresa privada, pueden originar nuevas oportunidades de crecimiento económico.

De la miel puede y debe surgir la prevención y conservación de la condición de buena salud y belleza, con la ayuda de productos procedentes de las colmenas de nuestro país: la jalea real y otros derivados forman parte de la moderna medicina antienvejecimiento o “anti aging”. Jarabes para la tos ahora incorporan miel por sus bondades terapéuticas y formulación agradable.

Con mucha frecuencia buscamos el “despegue económico” en los cuernos de la Luna; quizás la dulce promesa de la miel, entre otras posibilidades, puede abrirnos una de las tantas oportunidades que la patria necesita y poder celebrar, como hace el pueblo de Neruda y Allende, nuestro propio Día de la Miel en Nicaragua. ¡Larga vida y prosperidad!

* Especialista en Medicina Interna y químico-farmacéutico. Autor del libro “Larga vida y prosperidad, consejos de salud”. Clínica en calle principal de Altamira, frente a la CECA. Teléfonos:s 2278-0830 y 2267-0251.
maltezvic@hotmail.com

Managua, 6 de agosto del 2015.

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