Dos días de vida le quedan a nicaragüense en EU
* Bernardo Tercero será ejecutado el miércoles 26 de agosto mediante inyección letal, y de no existir una suspensión de última hora, se convertirá en el primer compatriota en afrontar la pena de muerte en Norteamérica.
A partir de este lunes le quedan dos días de vida al nicaragüense Bernardo Abán Tercero, quien el miércoles 26 de agosto será ejecutado mediante inyección letal en Texas, Estados Unidos, por un homicidio cometido en 1997 durante un robo.
De no ser atendidas las peticiones de clemencia realizadas, incluida la del presidente Daniel Ortega, sería el primer nicaragüense en recibir la pena de muerte en territorio de Estados Unidos.
Tercero, al igual que la gran mayoría de los 31 extranjeros que han sido ejecutados en Estados Unidos desde 1988, argumenta que le fueron violados sus derechos como ciudadano de otro país, bajo los acuerdos de la Convención de Viena en Relaciones Consulares de 1963.
La convención es un tratado internacional que establece el compromiso de que cuando un ciudadano extranjero es detenido, debe ser notificado sin retraso de su derecho a contactar a las autoridades consulares de su país.
Con base en esas presuntas violaciones y a otras consideraciones, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos instó esta semana a Estados Unidos y a Texas en particular, a suspender la ejecución de Tercero.
Además a otorgarle una reparación efectiva que incluya la revisión de su juicio conforme a las garantías del debido proceso.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional pidió también suspender la ejecución contra Tercero, de 39 años, al señalar que recibió “mala calidad” de asistencia legal durante el juicio y durante el proceso de apelación estatal de su sentencia.
Tercero fue sentenciado a la pena de muerte en el año 2000 tras ser declarado culpable del homicidio de Robert Berger, el 31 de marzo de 1997, durante un robo en una lavandería a donde había acudido en compañía de su hija y esposa a recoger una ropa.
Las autoridades determinaron que Tercero y su cómplice, el mexicano Jorge Becencil González, ingresaron por una puerta trasera a la lavandería “Park Avenue Cleaners” en Houston, para robar el establecimiento.
Los dos hombres armados asaltaron el negocio y durante el robo Berger recibió un balazo en el cuello y murió frente a su hija de tres años y su esposa que lo esperaba en el automóvil.
Los dos asaltantes huyeron del lugar. Tercero se refugió en Florida y luego en Nicaragua, mientras que su cómplice huyó a México.
Tras su regreso a Nicaragua, Tercero fue acusado de haber participado en una serie de crímenes violentos, incluyendo robos, tiroteos y un secuestro.
En 1999, Tercero fue detenido en México cuando intentaba regresar a Estados Unidos y extraditado por petición a este país. En 2000, un jurado del Condado de Harris lo sentenció a muerte por el homicidio de Berger.
Desde 1988, Estados Unidos ha ejecutado a 31 reos extranjeros provenientes de 15 países diferentes, según datos del Centro de Información Sobre Pena de Muerte.
De ellos 10 han sido mexicanos, cinco de origen cubano, dos hondureños, dos alemanes, dos vietnamitas y uno de cada uno de los siguientes países: Guyana, Jamaica, Paraguay, Pakistán, Irak, Sudáfrica, Tailandia, Canadá, Filipinas y República Dominicana.