¿Quedará impune congresista de EU que asesinó a joven nicaragüense?

Vivir en Alaska, una aventura aún de moda para muchos norteamericanos, le costó la vida al nicaragüense Duilio Antonio Rosales, de 34 años, quien el 15 de mayo pasado, durante una jornada de caza, recibió dos disparos en la cabeza de parte del excongresista Mark Anthony de Simone, de 53 años.

Rosales, un hábil artesano del oro, fue invitado por su patrón a ir de cacería con un grupo en el que estaba Simone, un individuo inestable mentalmente según había admitido él mismo al pedir perdón de antemano en las redes sociales por cualquier daño que pudiera ocasionar.

Pese a admitir su culpa en el asesinato, el que cometió porque le dio la gana, según dijo, el excongresista norteamericano quedó libre bajo fianza este martes, porque al parecer le funcionó la estratagema de hacerse el loco.

Simone ha mostrado mucha frialdad en el desarrollo de las audiencias previas, mientras tanto, en la primera semana de junio serán trasladados a Managua los restos del joyero nicaragüense Duilio Antonio Rosales.

Fue un asesinato sin sentido, al punto que la adolorida viuda, María Rosales, preguntó al asesino por qué había quitado la vida a su cónyuge, con quien había procreado dos hijos.

Hay clamor de los familiares del fallecido a fin de que las autoridades estadounidenses apliquen al político todo el rigor de la ley, aunque es conocida la displicencia con que son atendidos en la nación del norte los crímenes cometidos en contra de negros e hispanos.

Rosales, un reputado joyero, habitó un tiempo en Miami, Florida, pero se había trasladado a vivir desde hacía cinco años a Juneau, la capital del estado de Alaska, en donde laboraba en la joyería “El Alhajero”.

Mark Anthony de Simone tiene problemas de conducta o estaba preparando una justificación, ya que días antes de cometer el crimen había publicado en su página de Facebook: “Quisiera pedir disculpas a todos por cualquier cosas que haga. Espero me perdonen. Es mi culpa”.