Pitbull: ¿satanización?, ¿amarillismo o macarthismo periodistico?
Dr. Enrique Rimbaud Giambruno*
Lamentablemente, hoy por hoy, en este mundo globalizado y sobreinformado, la prensa en general y las redes sociales en particular, manejan a su antojo nuestras ansias, nuestras pasiones y nuestros sentimientos, indicándonos a punta de dedo cuándo amar, cuándo odiar, cuándo aceptar o rechazar… la fácil viralización y el manejo inadecuado de la información, desatan reacciones en cadena sobre temas en los que no se profundiza o analiza lo suficiente, perdiendo el hombre su racionalidad en base a impulsos cibernéticos, donde ya se nos ha mostrado que es más fácil castigar que perdonar, acusar que redimir, denostar que halagar…
De alguna manera, la nota roja o amarillista, son más atractivas para la masa crítica, que los debates editoriales escritos en forma rimbombante y altisonante, donde las entelequias intelectuales se abrogan la razón y la sinrazón.
El “like” se ha convertido en una forma de castigo viral, donde la gente uniformiza sus ansias destructivas en un marco teológico ortodoxo y Gramscista, dando rienda libre a la violencia a través de un teclado, estableciéndose el ser humano como juez y jurado de un evento que en realidad no tiene muchos elementos o todas las piezas del puzle para emitir opinión o hacer acuerdos.
Así, se destruyen personas o ideas, movimientos o acciones dentro del marco teórico de la necesidad de hallar un culpable a como dé lugar y execrarlo públicamente sin darle derecho a réplica.
Tal es el caso del manido y malhadado caso de Zeus… un perrito cuya vida transcurrió sin pena ni gloria bajo condiciones de maltrato animal, que una vez decidió escapar y liberarse, y cometió sus tropelías en un mundo que no perdona que haya nacido bajo el estigma de la raza Pitbull.
El hombre realmente es un ser irracional, perverso, malvado y agresivo, con un terror pánico a lo desconocido… ¿acaso no quemamos en la hoguera a Galileo por afirmar que la Tierra se movía?, ¿no quemamos también en la hoguera a García por afirmar que la sangre circulaba? ¿Y a aquellas pobres señoras de Salem? ¿Cuántas veces no torturamos o matamos a nuestros hermanos por el solo hecho de pensar diferente?
En el siglo pasado, no tan lejano, los perros de raza Pitbull o Amstaff, fueron los más condecorados de la historia por el rescate de heridos en las guerras mundiales. La sociedad estadounidense los recomendaba para criar con niños por su mansedumbre y amabilidad. ¿Céo llegamos entonces a convertirlos en el enemigo público número uno?
Analicemos la realidad de Nicaragua. De acuerdo a datos del MINSA, más de 5,000 personas son mordidas por perros en el país por año, lo que equivale a un promedio de 15 personas mordidas diariamente, casi un accidente con perro cada dos horas. ¿Cuántos son mordidos por Pitbull? No más de 10 personas por año, es decir, el 0.2% del total de los mordidos por perro, sin embargo, no se aprecian quince noticias diarias de mordidos por perro o 5,000 noticias por año, no, solamente es noticia cuando lo hace un Pitbull.
Entonces sí, la reacción es espectacular, toda la prensa, todas las redes sociales, todos toman el caso opinando a favor o en contra, satanizando la raza en una clara apuesta amarillista y macarthista, que busca que la gente se inflame de odio por algo que no conoce o domina…
¿Qué hace la prensa con las 4,990 personas restantes que fueron mordidas por perro?, nada, absolutamente nada, esto es tergiversar, sin dudas, desviar la atención de la opinión pública de temas que realmente importan.
De acuerdo al ranking mundial llevado en los Estados Unidos y otros países de mordeduras o accidentes graves con perros, las razas Pitbull y Amstaff ocupan los lugares 33 y 34 en la lista, quiere decir que hay 32 razas más agresivas que estas, sin embargo, nunca veo un comentario de prensa sobre una persona mordida por un Pastor Alemán, por ejemplo…
De acuerdo a nuestras leyes, en el caso del pobre Zeus, hay un delito de tenencia irresponsable y probablemente maltrato animal por parte de la dueña de Zeus, hay una obligación legal, moral y cívica de la dueña de Zeus de indemnizar a la madre e hija que sufrieron daño físico, pero también hay un delito de maltrato y abuso animal por parte del personal de la ferretería, así lo tipifica nuestro Código Penal, en su artículo 391 y nuestra Ley de Protección y Bienestar animal, 747.
Pienso, creo, estoy convencido, de que la prensa y las redes sociales tendrían que tener como meta y objetivo informar, e informar es sopesar todos los datos y evidencias para que las personas puedan elaborar una idea, y ahí tomarla como suya o rechazarla, pero, lamentablemente no es así, la mentira y la falacia venden más avisos, y la publicidad rige el corazón del periodismo.
* Dr. Enrique Rimbaud
Decano Facultad de Ciencias Agrarias, UCC
Presidente Fundación A.Mar.Te.
Doctor en Medicina y Tecnologia Veterinarias
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