Andrómeda canibalizó una galaxia masiva hace 2.000 millones de años
Sarah Romero | Muy Interesante
Un equipo de astrónomos ha resuelto un crimen intergaláctico: el asesino era… la galaxia Andrómeda. Los expertos han encontrado el cadáver de la víctima. Se trata de una galaxia masiva hermana de la Vía Láctea que fue triturada y canibalizada por esta galaxia espiral con un diámetro de 220.000 años luz que conocemos como Andrómeda.
El descubrimiento, publicado en la revista Nature Astronomy bien parece formar parte de una trama de detectives, pero así han resuelto el ‘caso astronómico’. Los investigadores estudiaron cuidadosamente un misterioso rastro de estrellas, un cuerpo galáctico reducido y el tenue halo de restos estelares alrededor de Andrómeda para reconstruir los hechos: hace unos 2.000 millones de años, más o menos al tiempo tiempo que se formaban por primera vez en la Tierra los eucariotas, nuestros ancestros más básicos, había una tercera gran galaxia en el vecindario. Pero Andrómeda la trituró, la engulló y arrojó su cadáver a la oscuridad del cosmos.
Los científicos habían sospechado durante mucho tiempo que Andrómeda podría haber sufrido una fusión en el pasado reciente, aclara Amanda Moffett, astrónoma y experta en evolución de galaxias en la Universidad de Vanderbilt (EE. UU.), que no participó en el estudio. Lo nuevo y sorprendente, de este hallazgo es la idea de que M32, una pequeña galaxia enana en la órbita de Andrómeda, fuese en realidad el cadáver de una galaxia mucho más grande destruida en esa fusión.
El rastro de la hermana de la Vía Láctea
Para responder a esa pregunta, los investigadores realizaron algunas simulaciones informáticas de la interacción galáctica. Descubrieron que, con los parámetros correctos, una fusión de galaxias hace 2.000 millones de años podría producir las pistas que tenemos actualmente en Andrómeda: una larga corriente de estrellas que se extiende hacia el universo, una niebla extra gruesa de estrellas sueltas alrededor de Andrómeda, un montón de estrellas en Andrómeda que se formaron hace 2.000 millones de años, y el núcleo de esa galaxia perdida que aún flotaba cerca, en forma de M32.
Por lo general, las galaxias enanas como M32 están formadas por estrellas que se formaron del mismo pequeño grupo de material. Las galaxias más grandes como la Vía Láctea y Andrómeda tienden a tener estrellas con un rango de edades mucho más amplio. Pero las estrellas de M32 son como las estrellas de una galaxia más grande, ya que están diseminadas en edad a través de miles de millones de años.
El hallazgo puede explicar el rango de edad impar de M32, y es que una vez fue una galaxia mucho más grande que acabó reducida. Así las cosas, este trabajo resuelve dos misterios a la vez: qué pasó con la víctima de Andrómeda, y por qué M32 es una galaxia enana tan atípica.
“La galaxia de Andrómeda, con un estallido espectacular de formación de estrellas, se habría visto tan diferente hace 2.000 millones de años… Cuando estaba en la escuela de posgrado, me dijeron que entender cómo se formaría la galaxia Andrómeda y su galaxia satélite M32 sería un gran avance para desentrañar los misterios de la formación de galaxias”, comenta Eric Bell, coautor del trabajo.
Este descubrimiento no solo ayuda a los científicos a aprender más sobre el universo que nos rodea, cómo llegamos aquí y cómo evolucionan las galaxias, sino que también nos dice cómo de ‘peligrosa’ es Andrómeda. Si bien nuestra vecina en realidad no vendrá por nosotros en un futuro cercano, eventualmente sucederá, y será mejor que estemos preparados para ello.
Referencia: Richard D’Souza et al, The Andromeda galaxy’s most important merger about 2 billion years ago as M32′s likely progenitor, Nature Astronomy (2018). DOI: 10.1038/s41550-018-0533-x