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Los derrames cerebrales pueden prevenirse y tratarse

Dr. Vicente Maltez Montiel, médico internista.

Dr. Vicente Maltez Montiel, médico internista.

Dr. Vicente Maltez Montiel*

• 29 de octubre, Día Mundial del Ictus. 12 mil casos de derrames cerebrales se producen en promedio cada año en Nicaragua. El día mundial del Ictus o Derrame Cerebral 2018 tiene por lema: “Afronta los hechos: el ictus se puede tratar”. Se reconocen como causas más importantes del derrame cerebral la dieta malsana, inactividad física, tabaquismo y consumo nocivo del alcohol. Conozca cuales son los síntomas que avisan la aparición de un Accidente Cerebro vascular. Se registra una tendencia mundial de mayor cantidad de mujeres afectadas y fallecidas por un derrame cerebral. ¿Por qué?

Cuando un familiar cercano se ve afectado por un violento derrame cerebral aparece dolor, muerte y discapacidad que pudo haber sido prevenida. El drama es mayor cuando se trata de personas productivas que son jefes económicos o pilares morales de familia. Independiente de edad y sexo, cada segundo alguien sufre un grave evento cerebral tipo ictus o derrame.

Tanto en países en desarrollo como en los empobrecidos como el nuestro, los derrames son principal causa de muerte, discapacidad de diversos grados que pueden llevar al paciente a una silla de ruedas o la cama. Más de 17 millones de personas sufren este grave percance de salud y seis millones fallecen.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que se producen 200 o más casos por cada 100,000 habitantes, lo cual, aplicado a nuestras realidades demográficas sugiere 12 mil casos anuales. Tienen estadísticas más elevadas en el mundo Rusia, Bulgaria, Grecia y Rumania. De otro lado, la mortalidad se considera baja en Papúa, Nueva Guinea, Bahréin, Kuwait y Nicaragua.

En el mes de octubre se realizan jornadas para informar y hacer conciencia sobre la importancia de mejorar la prevención frente a los Accidentes Cerebro vasculares /ACV, también conocidos como ictus, derrames cerebrales o apoplejías.

El ictus es un trastorno brusco de la circulación de la sangre del cerebro, que puede ser producido porque una arteria se ocluye en un 85% o se da una hemorragia, lo que ocurre hasta en 15% de los casos.
Los ACV siempre son una emergencia médica. Los oclusivos están encabezados por la Trombosis cerebral, frecuente en ancianos. La embolia cerebral es el segundo de este grupo y luego tenemos ataques isquémicos transitorios conocidos con las siglas de AIT o TIA.

Las hemorragias son devastadoras y pueden ser las que atacan a jóvenes e hipertensos, como la hemorragia subaracnoidea o la que vemos en ancianos, que es la hemorragia intracerebral, también conocida como hematoma intracerebral.

El grado de daño cerebral de un ictus va a depender del tiempo que dura el trastorno y de la zona que ha sido afectada. Cada minuto que el cerebro pasa con la detención o disminución de la circulación de la sangre, pierde 1.9 millones de neuronas y 14 billones de conexiones neuronales.

Los dos rostros de un ictus: es una tragedia por su carga social, económica y de salud pública y por otra, porcentaje importante de muertes y discapacitados.

En la actualidad existen dos fuertes preocupaciones, el aumento de los derrames en personas jóvenes, por ejemplo, en España, uno de cada cuatro se encuentra en el rango de 20 – 64 años y el fenómeno de que crece cada día la cantidad de mujeres que sufre estos graves insultos cerebrales.

Una de cada cinco ACV los sufre una mujer y esto se ha vinculado con sedentarismo, obesidad, tabaquismo y falta de control del estrés. Hay mayor sensibilidad biológica a sufrir daño cerebral, existe tendencia a no buscar asistencia médica oportuna y el estrés severo hace de las suyas en la bella población femenina.

Todos debemos identificar cuáles son los síntomas que avisan la posibilidad del ACV: que la persona no pueda hablar ni entender lo que se le dice, pérdida brusca de la fuerza o sensibilidad de una parte del cuerpo. Que se altere la visión, perder el equilibrio y coordinación motora, dificultad para tragar y dolores de cabeza muy intensos, diferentes a los que pueda padecer el enfermo. Una sola de estas molestias es motivo de emergencia, no hay que esperar todos los síntomas.

La prevención continúa siendo la mejor forma de evitar una apoplejía o ictus, logrando controlar los factores de riesgo que se asocian con estos graves padecimientos. Por ejemplo, normalizar la presión alta, diabetes y arritmias como fibrilación auricular.

Las grasas elevadas en sangre tienen que disminuir, al igual que la obesidad, lo cual va unido a la práctica del ejercicio regular que supere el sedentarismo. El tabaco debe ser eliminado y hay que promover un consumo responsable del alcohol. No olvidarse de la apnea obstructiva del sueño que se asocia a presión alta, cardiopatías y ACV.

El estrés y las tensiones nerviosas deben ser sustituidos por un estilo de vida tranquilo, con incentivos espirituales de todo tipo. Los chequeos médicos preventivos periódicos con su médico internista de confianza son necesarios, y en especial cuando ya hay historia de un primer ACV, para prevenir un segundo y nefasto evento cerebral.

*Especialista en medicina interna y Químico-farmacéutico.

Clínica de Especialistas Dr. Maltez, de la rotonda del Periodista 3 cuadras al lago y 30vrs arriba, #15, Managua. Previa Cita, Teléfonos: 8903-6211 / 2223-4333 / 8854-7884. maltezvic@hotmail.com
Managua, 29/10/18.

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