Falda abajo por el Cerro Negro
El ya famoso cerro Negro de nuestro país, Nicaragua.
Julie Kliegman
Recuerdo perfectamente el instante en que me percaté de los encantos de Nicaragua. Estuve residiendo en este país centroamericano por ocho semanas, de las cuales una dediqué a la aventura. Fue cuando estuve “surfeando” en un volcán de más de 700 metros de altura, sobre un pequeño tobogán que me hacía volar sobre las piedras volcánicas de Cerro Negro.
Nicaragua es un país muy bonito, y para admirar su belleza lo mejor es acudir a algún punto en la cima de un volcán. La última erupción de Cerro Negro se dio en 1999 pero, según los expertos, con todo el potencial para entrar en erupción. Riesgo a un lado, el caso es que pude constatar que deslizarte por la ladera de un volcán es una experiencia muy intensa.
Es imposible describir la experiencia fielmente. Solamente puedo decir que dediqué buen tiempo a caminar hasta la cima con una mezcla fascinante de miedo y entusiasmo.
Es preciso señala que es fácil viajar por toda Nicaragua vía autobús. Y para llegar al Cerro Negro hay que llegar primero a León, provincia donde está el volcán. Es un trayecto que toma una hora y media desde Managua, una ciudad interesante con mucha historia y cultura, pero los viajeros aventureros solemos querer algo más.
La gente valiente que acepta el reto de ir al Cerro Negro sabe que ingresará en una especie de competencia. Los turistas bajan del volcán, de dos en dos, en una carrera veloz conociendo que la meta es alcanzar la velocidad más rápida. Es difícil pero posible, controlar el trineo e ir en línea recta a la base del Cerro Negro ¡sin caerse!
Diría que se trata de una competencia educativa porque aprendes, por ejemplo, que Cerro Negro es el único volcán activo que se puede escalar en el mundo, y desde donde una se puede deslizar utilizando un fino pedazo de madera.
De eso se trata la excursión a la que asistí con un guía pues me advirtieron que era más seguro. Además, recibes de primera mano mucha información sobre la historia del volcán.
No es una excursión muy difícil de hacer, pero es mejor estar en forma. Una vez arriba, no puedes dejar pasar la oportunidad para fotografiar y admirar a la tierra nicaragüense desde otra perspectiva. Aunque el volcán está a 45 minutos de León en guagua, es fácil planificar el viaje. En el área hay hospedajes baratos para jóvenes. Varios operadores turísticos ofrecen excursiones al volcán todos los días.
En fin, que para mí la actividad fue algo más que una descarga de adrenalina. También fue un momento que me permitió apreciar la naturaleza. Viví muchas experiencias inolvidables durante mi verano en este país, donde visité además a Managua, Granada y San Juan del Sur. Pero subir hasta la cima de Cerro Negro fue especial y divertido.
Especial para De Viaje