Sombra de Alliegro persigue a candidato republicano

Enrique Flor
eflor@elnuevoherald.com

El candidato republicano David Rivera, que aspira a recuperar el escaño en la Cámara Federal por el Distrito 26, rehusó referirse al viaje que en el 2012 habría realizado a Nicaragua con su amiga Ana Alliegro, una consultora política que desde marzo permanece en un centro de detención federal en Miami.

“No voy a responder ninguna mentira, ninguna calumnia, ninguna alegación falsa”, dijo Rivera. “Nada de la campaña de difamación de los últimos cuatro años del Miami Herald va a recibir una respuesta mía. Ni siquiera le voy a prestar atención”.

El firme y reiterado pronunciamiento de Rivera fue realizado el domingo cuando visitó Cubanostalgia, una feria a la que anualmente acuden miles de asistentes, la mayoría cubanos que residen en Miami, y donde el ex congresista recibió múltiples muestras de aprecio.

A principios de marzo, Alliegro fue arrestada en Nicaragua y deportada informalmente a Miami. Ella es acusada de conspirar para ocultar la fuente de contribuciones de campaña de Justin Lamar Sternad, un candidato desconocido que se declaró culpable de violar las leyes federales de financiamiento de campañas. Stenard ha involucrado a Rivera de también estar detrás del oscuro financiamiento.

El domingo, Rivera dijo a tres periodistas, entre ellos uno de El Nuevo Herald, que Sternad no era una fuente digna de fiar.

“¿Tú vas a tomar la palabra de un mentiroso convicto, convicto por perjurio?”, cuestionó Rivera. “A ese muchacho [Sternad] no lo conozco, pero no tiene ninguna credibilidad. Es un mentiroso convicto”.

Rivera tampoco quiso responder sobre las deudas de su anterior campaña electoral debido a que “los votantes no les interesaba hablar de eso”. No obstante, aseguró que era información pública.

Respecto a su actual campaña, Rivera dijo que se enfocará en los temas que realmente le importan a los votantes, tales como la creación de empleos, la mejora del sistema de salud, o la necesidad de superar la crisis de liderazgo por parte de quien lo reemplazó en el escaño: el demócrata Joe García.

“Los votantes me están hablando de la crisis de liderazgo que existe por parte de Joe García”, criticó Rivera. “Él representa los intereses de una política económica fracasada de los demócratas a nivel nacional y de la tiranía castrista. Eso sí le importa a los votantes”.

Incluso Rivera se refirió a García como un político involucrado con el “chanchullo electoral”. A fines del 2013, el antiguo jefe de personal de Joe García, Jeffrey García, fue encarcelado acusado de instruir a colaboradores de la campaña del congresista, en el 2012, a que solicitaran cerca de 1,800 boletas ausentes sin obtener permiso de esos votantes, lo cual infringe la ley electoral de la Florida que permite que sólo los votantes o sus familiares inmediatos soliciten las papeletas.

La acusación de las autoridades contra Jeffrey García se hizo posible gracias a una investigación periodística realizada por la reportera del Miami Herald, Patricia Mazzei.

Rivera se refirió de manera cordial sobre sus competidores en las primarias republicanas que se realizarán en agosto próximo. Ellos son Carlos Curbelo, miembro de la Junta Escolar; el abogado Lorenzo Palomares; el alcalde de Cutler Bay, Edward MacDougall; el ex presidente de la Comisión del Condado Miami-Dade, Joe Martínez; y el ingeniero de origen brasileño José Peixoto.

“Los conozco a todos y todos son amigos míos”, aseguró Rivera. “Cualquiera de ellos es mejor que tener a Joe García como representante de esta comunidad”.

Sobre las críticas realizadas por Curbelo, quien ya ha recibido el respaldo político de congresistas cubanoamericanos como Ileana Ros Lehtinen, Rivera dijo que mantendría una posición ecuánime.

“Yo nunca voy a hablar mal de otro republicano”, recalcó Rivera. “Yo voy a basar mi campaña en mis méritos, en los temas que sí les importa a los votantes, en mi plan de acción”.