En San Andrés no quieren canal de Nicaragua
Las entidades ambientales del archipiélago de San Andrés y Providencia no ocultan las múltiples inquietudes sobre los efectos que puede generar la construcción del canal de Nicaragua y el creciente tránsito de embarcaciones de gran tamaño cerca de esta zona, declarada por la Unesco como reserva mundial de biósfera.
El director de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina), Durcey Stephens, señaló que se calcula que la futura ruta de los barcos esté a unas 12 millas náuticas (22 kilómetros) de la zona hidrológicamente más rica del archipiélago, en la que está la pesca de langostas y caracoles (el fuerte de la actividad).
Según Stephens, citado por El Tiempo, el tránsito de embarcaciones de gran tamaño y el ruido que producirán pueden hacer que los peces terminen migrando a otros sitios.
Otra posibilidad es una mayor contaminación de las aguas de este sector debido a las descargas de las sentinas, es decir, de las cavidades inferiores de los barcos, en las que se depositan aguas de diferentes procedencias, que se filtran y se expulsan por las bombas.
Esto incluye aguas aceitosas de las máquinas y las aguas residuales de los baños, entre otros elementos.
Y señaló que puede haber mayor número de naufragios porque la zona de tránsito a la que podrían acceder las embarcaciones queda cerca del complejo de arrecifes de los cayos del norte.
Pero la mayor inquietud es que, si la ruta se basa en las interpretaciones del fallo de La Haya, se podría afectar alguna parte importante de la zona de la reserva de biosfera. “Esto nos tiene inquietos, pero solo al tener una claridad de rutas de las embarcaciones podremos analizarlo”, dijo Stephens, tras señalar que cualquier queja futura se deberá tramitar con la Cancillería.