Polémica en Honduras por “píldora del pecado”
En Nicaragua no todas las farmacias venden la Píldora Para la Mañana Siguiente (PPMS), porque los propietarios de algunas la consideran abortiva, pero existe el libre albedrío para decidir si la ofertan o no en un país donde están prohibidas todas las formas para suspender un embarazo.
No ocurre lo mismo en Honduras, donde a partir de este lunes el Congreso Nacional discutirá un proyecto de ley que busca abolir el decreto que prohíbe la comercialización del mencionado fármaco, que es conocido en el país vecino como Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE).
La también llamada en el mundo como “la pastilla del día después” tiene a sus principales oponentes en Honduras en las iglesias católica y evangélica, al igual que otras organizaciones “pro vida” que consideran que aunque hayan transcurrido menos de 24 horas tras su ingesta una vez iniciado el posible embarazo, se trata de un aborto en toda la regla.
La iniciativa para permitir otra vez la venta de la polémica pastillita que en su versión “ultra” en Nicaragua se consigue por un poco más de 50 córdobas y es dosis única, fue presentada en Honduras por el diputado nacionalista por Atlántida, Antonio Leva Bulnes.
El argumento que presentan los detractores de la PPMS o PEA, es contundente para sus seguidores: el producto en mención es abortivo, y por ende, su uso es un pecado, porque se le quita la vida a un ser humano que ya está gestado.
Tanto las consideraciones de las iglesias como los informes del Colegio Médico de Honduras (CMH) y de la Organización Mundial de la Salud en Honduras (OMS), ya fueron presentados a los legisladores y estos tomarán una determinación, a raíz de esos resultados, según el diario La Tribuna, del país vecino.
Así también se tomará en cuenta la posición de la Fiscalía de la Mujer del Ministerio Público (MP), en cuanto a que la píldora debería ser usada en casos de violaciones.
“La Fiscalía Especial de la Mujer recibe diariamente denuncias de violaciones de mujeres, las que se están presentando de manera múltiple, y el Código Procesal Penal establece que no solamente debemos dar atención para descubrir a los autores de estos delitos, sino evitar los efectos de estos”, explicó la fiscal Grisel Amaya.
La funcionaria agregó que, “entonces, la Fiscalía tiene la obligación de derivar a las víctimas a la atención inmediata integral en salud, lo que conlleva el acceso a los retrovirales y también tiene que evitar un embarazo posible”.
En el 2009, el Ejecutivo emitió el decreto ejecutivo número 2744-2009, que prohíbe el uso y venta del medicamento, por considerar que es abortivo.
Leva Bulnes presentó un anteproyecto que busca “autorizar y permitir, de acuerdo a las normas aplicables al caso, establecidas en el Código de la Salud, la promoción, venta y compra relacionada con la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE), así como la distribución pagada o gratuita y la comercialización de fármacos de anticoncepción de emergencia en farmacias, droguerías o cualquier otro método de adquisición”.
Pero la exdiputada, Martha Lorena Casco, fundadora de la Fundación Pro-vida, señala que “la píldora del día después no es un anticonceptivo, es un abortivo farmacológico que ha sido maquillado para que las personas buenas no se sientan culpables de haber tomado esto y haber eliminado una vida que venía en camino, porque impide la implantación del huevo fecundado”.
En otros países donde la venta de la PPMS es libre, lo que preocupa a los médicos es el hecho de que muchas chavalas la utilizan como método de planificación en vez de un recurso de emergencia, a como fue concebida.
Se usa cuando algo falla al tener una relación sexual: no se utilizó condón o algún anticonceptivo. La píldora salva de un embarazo no deseado.