COMISARÍAS, UNA LEY, UN OBSERVATORIO… Y MÁS MUJERES MUERTAS
Johanna González, maestra asesinada en Tipitapa.
Nicaragua cuenta ya con un Observatorio Judicial de Violencia de Género, mismo que fue instalado el miércoles por el Poder Judicial con apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).
Dicha instancia permitirá a las instituciones públicas relacionadas con el tema de la violencia contra las mujeres, contar con datos sobre el problema bajo criterios uniformes.
Mientras eso ocurría, la organización Católicas por el Derecho a Decidir publicó un resumen sobre la violencia contra las mujeres, 30 de las cuales han perdido la vida, la mayoría en episodios que podrían superar con creces a las películas de terror.
Las víctimas de asesinato, un rubro que crece cada día para espanto de las mujeres, están entre las edades de 13 a más de 40 años, y de las 30 que perdieron la vida, 16 encontraron ese fin en su propia vivienda.
Seis más murieron en zona desolada, tres en la vía pública, dos en centros recreativos, una en el colegio donde daba clases, otra en un balneario y una más en un sitio no precisado.
Ocho cónyuges actuaron como sultanes y decidieron que eran “señores y dueños de la vida” de sus compañeras; igual pensaron cinco ex parejas, dos padrastros, un nieto, dos hijos y un yerno. Once cobardes asesinos no fueron identificados.
Del total de víctimas, 15 fueron baleadas, cuatro violadas y estranguladas, con tres utilizaron arma blanca, dos golpeadas y dos asfixiadas, una violada y asesinada a golpes, una fue atacada con un pico de botella y de dos no se conocen datos.
Las Católicas por el Derecho a Decidir recuerdan en su reporte el caso de la profesora Johanna González Mena, cuyo drama bien podría tildarse como la “crónica de una muerte anunciada”.
De ella los policías de Tipitapa se burlaron cuando llegó a denunciar las amenazas de su ex cónyuge, un ex agente del orden que al parecer todavía tenía amistades en el cuartel donde prestó servicios.
Tampoco le hicieron caso en una Comisaría de la Mujer y al final, el expolicía José Esteban Vílchez Narváez segó su vida con una bayoneta, terminando abruptamente diez años de asedio al que ninguna autoridad supo enfrentar, menos ponerle fin.
Volviendo con el Observatorio, la presidenta del Poder Judicial, Alba Luz Ramos, dijo que “se crea para responder a desafíos pendientes en el tratamiento judicial de la violencia hacia la mujer, para disponer de un registro de datos logísticos homologados del sistema de justicia, con criterio uniforme de captación y análisis de información”.
“Se fortalecen los órganos especializados judiciales, policiales y de la Fiscalía, por lo que es un lugar de encuentro de las instituciones del sistema de justicia para mejorar la respuesta judicial”, añadió Ramos.
En tanto, el director del Hospital de Medicina Legal, Zacarías Duarte, dijo que la importancia del nuevo organismo se reflejará en datos como los feminicidios, que pueden variar según las clasificaciones que se usen en cada institución, y que ahora podrán tener un mejor seguimiento debido a la uniformidad de criterios.
“Hoy debemos estar enhorabuena por la puesta en marcha del observatorio judicial de violencia de género, (…) responde al objetivo de dar el seguimiento y monitoreo necesario de la aplicación de las medidas precautelares y cautelares, así como las estadísticas judiciales relacionadas con los delitos contemplados por la Ley contra la Violencia hacia las Mujeres”, expresó el embajador de España en Nicaragua, León de la Torre Krais.