En Honduras sobran motivos para matar
* Elementos vestidos como policías, con chalecos antibalas e insignias de fuerza élite de dicha institución, masacraron a un dirigente comunal y a tres de sus colaboradores en San Pedro Sula. Extrañamente, las investigaciones no mencionan como sospechosos a los agentes del orden.
Si algo sobra en Honduras, son las razones para matar y eso se puso en evidencia el luness en San Pedro Sula, la ciudad más violenta del mundo, donde sujetos vestidos con uniformes similares a los del Escuadrón Especial “Cobras”, masacraron a balazos a cuatro hombres.
En lo que parece ser un asesinato masivo provocado por lucha de tierras, un dirigente comunitario y otros tres hombres ligados a su trabajo, fueron pasados por las armas en mitad de una calle tras ser sacados por la fuerza de sus viviendas en la marginal colonia Lomas de Pepe Lobo.
La Tribuna señala que a eso de las 9:00 de la noche, algunas personas se disponían a descansar, otras ya estaban durmiendo y algunos aún permanecían conversando en las diferentes calles.
Esa precaria serenidad fue rota por varios sujetos que vestían como “Cobras”, quienes usaban chalecos antibalas con insignias de la Policía Nacional y que se cubrían el rostro con pasamontañas, portando armas de grueso calibre.
De acuerdo a testigos, los desconocidos se conducían en dos camionetas de lujo; una de color negro y otra gris, de donde se bajaron y se dirigieron a diferentes casas, de donde sacaron a sus víctimas.
El resto del guión de dicha historias ya estaba escrito. Trasladaron a los asustados hombres hasta la calle principal, donde vaciaron sus cargadores sobre ellos mientras estaban arrodillados, a como se acostumbra en las ejecuciones.
Tres de las víctimas que fueron identificadas como Juan Ramón Pacheco García (21), Ronald Ernesto Ramos Cárcamo (21) y José Germán Orellana Alvarado (18), quedaron uno al lado del otro, boca abajo, cerca de un automotor color blanco, propiedad del dirigente comunal.
Mientras que el secretario general de la Federación de Patronatos y Bordos del Valle de Sula, Carlos Adalberto Valladares Carrasco (52), quedó masacrado a corta distancia, también boca abajo.
Los infortunados presentaban múltiples impactos de bala, pues en la escena quedaron esparcidos más de 50 casquillos de diferente calibre.
Autoridades policiales manejan como hipótesis más fuerte la disputa de tierras, tomando en cuenta que Valladares Carrasco era presidente de varios patronatos de algunas invasiones.
Sin embargo, realizan averiguaciones para determinar si puede haber otros posibles móviles en relación al cuádruple crimen, pues igualmente se maneja la hipótesis que pudo haber sido cometida por pandilleros. ¿Y los uniformes y las insignias policiales?