¿Leche a partir de materia fecal?

Dr. Enrique Rimbaud

Desde tiempos inmemoriales, el hombre, en su búsqueda por producir alimentos más baratos y bajar costos de producción (la nutrición animal es más del 75% de los costos de producción), ha buscado qué hacer con la materia fecal de los animales.

Tan es así, que se han inventado múltiples usos para la misma, desde acciones positivas a favor del ambiente como biodigestores, abono orgánico, compost… o acciones negativas, dado que compromiso que llevan tanto en contra del ambiente, como en contra de la salud humana o animal: alimentación con pollinaza, gallinaza o cerdaza,.

Realmente, la materia fecal es un problema. Si pensamos que un caballo defeca alrededor de 50 kg diarios, tenemos que pensar que tan solo en Managua, donde existen más de 35,000 caballos de carretoneros, hay casi 1,750 toneladas diarias de materia fecal de estos animales desparramadas por la ciudad.

Una vaca defeca de 60 a 80 kg de materia fecal diaria, por lo que, de acuerdo a los datos de Cenagro, tendríamos todos los días 180,000 toneladas de materia fecal de vaca abonando el país.

Los biodigestores, los abonos orgánicos o el compost son una buena solución para no terminar todos navegando en las heces.

Esto sin contar con que un criadero de cerdos, medio, produce unas dos toneladas de materia fecal diaria, y una nave de pollos de engorda, cierra su producción con más de 20 toneladas de materia fecal.

A la materia fecal de los pollos de engorde se le llama “pollinaza”, la de las gallinas ponedoras de huevo “gallinaza” y la de los cerdos “cerdaza”….

Uno de los peores inventos del hombre, en su afán por economizar y bajar costos, es la utilización de la materia fecal de gallinas o cerdos en la alimentación animal.

¿Por qué? Porque no podemos plantearnos producir alimentos de buena calidad, y sanos, a partir de la alimentación de animales con materia fecal. Una cosa es transformar el pasto en carne o leche, y otra muy distinta es pretender obtener leche o carne de la materia fecal.

La triste experiencia de la aparición y desarrollo de priones (nueva forma patógena microscópica) como el de la “vaca loca” en Europa, fruto de la alimentación animal con materia fecal y deshechos de cadáveres, terminó sabiamente por llevar a la prohibición de su uso en alimentación animal con el objetivo de no correr más riesgos de salud para la población. Eso se prohibió en Europa y en los Estados Unidos.

Pero, los países latinos seguimos usándola porque aparentemente no nos sirven las lecciones aprendidas por otros países, y no aprendemos de los errores de otros, tenemos que darnos nuestros propios golpes en la cabeza para aprender.

El uso de materia fecal en la alimentación animal trae los siguientes problemas:

• La pollinaza y gallinaza son las excretas de las aves mezcladas con la cama puesta en el piso de las naves de engorde, muchas veces, se utiliza broza o cascara de arroz en las camas, y estos contienen ácidos grasos insaturados que se enrancian con facilidad, provocando hepatosis dietética grave

• La gallinaza generalmente tiene restos de Mycobacterium avis, que provoca reacción positiva de las vacas a la reacción de tuberculina, descartando al animal por una tuberculosis inexistente.

• Si bien son ricas en fósforo, el mismo no tiene la misma digestibilidad que las formulaciones comerciales de sales minerales en base a trifosfato de calcio, que es muy bueno para las vacas. Jamás la pollinaza puede sustituir a las sales minerales.

• También son ricas en cobalto, cobre y manganeso, que son tóxicos para las vacas.

• Como muchas veces aparecen cadáveres de aves en las camas, tenemos siempre pendiente el riesgo de la aparición de Botulismo en las vacas por contaminación con Clostridium botulinum!!!

• Son una fuente permanente de contagio de Salmonelosis para el ganado.

• Siempre en las excretas de las aves se encuentran ooquistes de Sarcocystis sp., que provocan Sarcocistosis en el ganado, que en el matadero se ven como lesiones parecidas a la semilla del Cisticerco, pero son peores, porque no se destruyen fácilmente con el calor provocando enfermedades graves en los consumidores.

• En muchos de los sistemas de producción de aves se utilizan hormonas que quedan residuales en la materia fecal, o se consume grano con aflatoxinas cancerígenas, de las que también quedan residuos en la materia fecal. Esto afectará tanto a las vacas como al público en general.

En definitiva, personalmente creo que es iluso por parte del hombre intentar engordar vacas o producir leche con los desechos orgánicos de un alimento que ya fue utilizado para engordar aves o producir huevos y fue desechado como materia fecal.

Ahora bien, para todos aquellos que van a hacer caso omiso de este artículo e insistan en su tozudez irresponsable en intentar producir alimentos con ñaña, procuren hacer un tratamiento térmico de la materia fecal de las aves para eliminar contaminantes y no le den de esta más de 700 gr por día por animal, salvo que quieran en algún momento enfrentar consecuencias nefastas.

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