65 femicidios entre enero y noviembre
Sandra Nohemí Chamorro dejó cuatro hijos huérfanos. En la foto con tres de ellos.
A 65 asciende el número de mujeres asesinadas en Nicaragua entre enero y noviembre de 2014, y que son tenidos por las féminas organizadas como “femicidios”, pese a que las autoridades policiales no aceptan todas las muertes como tales.
Estas mujeres perdieron brutalmente la vida producto de la violencia ejercida sobre ellas por hombres de su entorno, principalmente parejas y exparejas.
Las Católicas por el Derecho a Decidir agregan a sus estadísticas dos homicidios, seis asesinatos y un parricidio. Una secuela triste e impactante de la desaparición física de estas mujeres son los 62 huérfanos que dejaron.
Las edades de las mujeres van de los 13 a más de 40 años y las formas en que les quitaron la vida siguen siendo horrorosas: violadas y golpeadas, violadas y estranguladas, baleadas, acuchilladas o macheteadas, golpeadas y asfixiadas.
Siete muchachitas de entre 13 y 17 años fueron las víctimas más jóvenes, mientras que ocho de entre 18 y 20 años y la misma cantidad de entre 20 y 25, corrieron la misma suerte.
El grupo más numeroso es el comprendido entre las edades de 26 a 40 años, y 15 mayores de 40 murieron violentamente a manos de hombres. Se desconoce la edad de una fémina.
Veintiuna de estas mujeres perecieron a manos de sus parejas; diez por culpa de sus exparejas; dos por exnovios e igual cantidad por padrastros, sobrinos e hijos. A una la mató el padre e igual cantidad fueron asesinadas por el hermano, nieto y yerno. No se identificó al victimario en 13 casos, mientras que nueve murieron a manos de conocidos.
Un dato escalofriante es que 37 perdieron la vida en su hogar, mientras que 16 en zonas desoladas. Asimismo, 6 en la vía pública, dos en centros recreativos, una en centro educativo, otra en casa cural, una más en un balneario y sobre otra no hay datos precisos.
Managua, Jinotega y la RAAN acumulan la mayor parte de femicidios con quince, nueve y nueve, respectivamente. El resto se distribuye así: ocho en Matagalpa; cinco en Chinandega e igual número en la RAAS; cuatro en Chontales; tres en León; Carazo y Río San Juan con dos cada uno y uno en Masaya. Ocho mujeres nicaragüenses fueron ultimadas en el exterior.
Los datos incluyen cincuenta femicidios en grado de frustración, en los que se utilizaron los métodos antes descritos, aunque en este caso se suman tres mujeres a quienes intentaron quemarlas vivas.