Precoz abanderada de los derechos de los niños
* Tiene 12 años, vive en Tipitapa, y es puesta de ejemplo a políticos europeos como vocación nata para defender a los más pobres.
Ana Patricia asegura que, desde que era muy pequeña, siempre se ha sentido comprometida con los derechos de los niños, y en general con la defensa de los más vulnerables. Ahora, esta adolescente nicaragüense de 12 años transmite siempre que puede su mensaje solidario, al tiempo que exhibe a diario su compromiso con los más necesitados.
Es un caso conmovedor que podría servir de inspiración a muchos políticos, especialmente en este “Año Europeo del Desarrollo”, que la UE celebra durante todo 2015.
Ana Patricia asegura que ya sintió la vocación por defender a los más débiles desde que su madre, Daysi, la llevó a un encuentro sobre derechos humanos en su comunidad, organizado por la ONG internacional World Vision, presente en España desde 2001.
En ese momento se despertó tempranamente su conciencia humanitaria, y se prometió a sí misma “trabajar todo lo que pudiera para ayudar a luchar por el derecho de las niñas y mujeres a no sufrir abusos ni físicos ni psicológicos”, tanto en su casa como en su comunidad.
Desde los ocho años, esta activista precoz sigue siendo la mayor promotora de la justicia social y los derechos humanos desde su escuela de Las Canoas, cerca de Tipitapa, convertida en ONG improvisada.
Y es que Ana sueña “con una comunidad construida en base al amor y la justicia, una sociedad sin violencia contra las mujeres y los niños”, u otros grupos vulnerables.
Nicaragua no es el único país del mundo en el cual la educación de los niños, la conducta y las relaciones sociales incluyen de vez en cuando el castigo físico. En ese país y en otras partes del mundo hay que tener mucho valor para alzar la voz frente a los adultos y luchar contra el abuso físico, emocional y sexual de los niños.
“No soporto que se abuse de los demás, es algo superior a mí. Siento que tengo que hacer algo, lo que sea”, asegura Ana con voz firme y enérgica, mientras explica sus sueños de una sociedad más justa y equitativa, “con oportunidades para todos, sin ningún tipo de discriminación”.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles
Hablar de la brecha de desigualdad que aún persiste entre el hemisferio más próspero del planeta y la otra mitad menos favorecida resulta un ejercicio casi obligatorio en este 2015, declarado por la Unión Europea “Año Europeo del Desarrollo”, un momento especial para recordar los retos pendientes en la “hoja de ruta” de la cooperación más allá de este año, cuando vencen los actuales Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas y se establecerán nuevas pautas, marcadas por la sostenibilidad, entre otros aspectos en protección del medio ambiente, y la universalidad en las metas globales a alcanzar: serán unos Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
“Casos como el de Ana deberían servir de ejemplo a quienes deben influir en los debates sobre la nueva agenda internacional del desarrollo, que debe sustituir a los actuales ODM. En realidad, son un mensaje de esperanza y optimismo de que el cambio es posible, siempre que haya voluntad política”, asegura Marisa García-Tablado, directora de World Vision en España. La ONG es la primera del mundo en el apadrinamiento de niños y sus tres áreas de actuación son la cooperación con los países en vías del desarrollo, la ayuda en emergencias y la sensibilización de la población mundial.
Nueva hoja de ruta del desarrollo
En los próximos meses, los jefes de Estado y de Gobierno del planeta deben ponerse de acuerdo en la nueva “hoja de ruta” del desarrollo global, con una prioridad clara: erradicar la pobreza extrema para 2030. “Desde World Vision creemos que eso sólo será posible si se presta especial atención al respeto de los derechos de la infancia”, agrega García-Tablado.
“Tenemos mucho que aprender del testimonio de niños como Ana, y aplicar las medidas que sean necesarias para garantizar que las mujeres y niños que no lograron beneficiarse de los actuales ODM no queden excluidos en el futuro”, agrega.
Pero no se trata sólo de hablar de ayuda al desarrollo porque así lo marque el calendario o lo dicte la agenda internacional. Los europeos son naturalmente solidarios. Así lo demuestra el último Eurobarómetro de enero pasado, según el cual el 67% de ciudadanos de la UE encuestados cree que habría que incrementar la cooperación internacional del Viejo Continente. Además, a pesar de la crisis, el 85% de europeos considera que es importante que Europa ayude a los países menos favorecidos.