Concejal vecinal de Los Ángeles pidió esclavizar a migrantes
Karen Speitel.
Una mujer que integraba una junta vecinal en un barrio de Los Ángeles, abandonó el cargo esta semana tras la presión que desataron unos comentarios que hizo en contra de los mexicanos e indocumentados de esta localidad.
Varios residentes de Silver Lake exigieron la renuncia de Karen Speitel, miembro del consejo de vecinos de esta localidad, y que en un debate sobre inmigración en una red social señaló que “todos los ilegales deben trabajar como esclavos de forma gratuita para todos los ciudadanos que vinieron aquí de la manera correcta”.
Seamus Garrity, vicepresidente de la Junta de Vecinos de Silver Lake, confirmó el lunes a Efe que como consecuencia de estos comentarios el organismo recibió decenas de correos electrónicos que solicitaban el despido de la mujer, a la que calificaron de racista.
“De forma personal, disfruto la diversidad de mi comunidad y creo necesario colocar un límite a declaraciones como las de Speitel”, manifestó a Efe Garrity.
En el foro en cuestión, Speitel arremetió también contra la comunidad mexicana y señaló que en Los Ángeles “la destrucción que veo por todas partes vienen de los mexicanos”.
La junta, que de inmediato calificó como “graves y ofensivos” los comentarios de Speitel, aprobó en votación censurarla y se le hizo una petición formal para que renuncie, una solicitud que la mujer en principio no aceptó con el argumento de que tenía derecho a expresar su opinión y defendió además que no era racista.
Los comentarios de Speitel, quien el pasado jueves finalmente dejó su cargo en esta junta vecinal, generaron una reacción negativa no solo entre la comunidad inmigrante de Silver Lake, cuya población hispana bordea el 40 por ciento del total de habitantes, sino también entre algunas organizaciones de alcance nacional.
“Es increíble que en pleno siglo XXI haya gente que piense así, especialmente en Silver Lake, una comunidad reconocida por su pensamiento liberal y casa de una gran comunidad inmigrante“, señaló Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros.
Para Alvarado esta clase de comportamientos, especialmente de personas que son elegidas para trabajar por su comunidad, contradicen el espíritu de la labor pública.
“Se asume que ellos están para que se logre un entendimiento entre todos los miembros de la comunidad y avanzar sobre el concepto de ciudadanía, donde todos valen igual”, aseveró el director de los jornaleros, quien lamentó que afirmaciones como estas alimentan las suspicacias sobre el aporte de los indocumentados en sus comunidades.
En su carta de renuncia, Speitel escribió: “Estoy muy apenada por los comentarios atroces que he hecho y que ahora están siendo considerados como racistas e insensibles. Me siento terrible. Estos comentarios han herido a tantos miembros de la comunidad por la que estaba tan orgullosa de servir”.