CIDH pide información sobre tico detenido
José Daniel Gil Trejos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hizo eco a los reclamos del gobierno de Costa Rica en torno a presuntas violaciones en contra de José Daniel Gil Trejos, encarcelado en Nicaragua por petición de la Policía Internacional (Interpol).
Gil Trejos es señalado por supuestos delitos de fraude en México, país del que también al parecer tiene ciudadanía. En su poder fueron encontradas al menos dos cédulas de identidad y se presume que el ilícito que se le atribuye sea mayor que el señalado públicamente.
El gobierno tico reaccionó abruptamente en defensa de Gil Trejos, presionado por Marcela Chacón, ex viceministra de Seguridad y Gobernación de Costa Rica, quien mantiene amplias influencias en las esferas de poder de su país.
La CIDH dio siete días a Nicaragua para que brinde su versión sobre las condiciones en que se mantiene encarcelado el costarricense.
La CIDH, con sede en Washington, procedió de manera rápida ante la solicitud de medidas cautelares hecha por el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), junto con la Defensoría de los Habitantes tica y Marcela Chacón, esposa de Daniel Gil. También cuentan con la coadyuvancia de la Cancillería, oficializada este jueves.
La petición de información de la CIDH a las autoridades nicaragüenses se centra en su presunto estado de salud, en que no les gusta el tipo de celda en que está y en el acceso que él ha tenido a familiares o abogados propios, considerado nulo por Costa Rica. Así lo confirmó Marcia Aguiluz, directora de CEJIL para Mesoamérica, quien declaró que la CIDH está dando un “trámite expedito” a este caso, pues la solicitud se planteó el lunes.
Según el gobierno tico, que no ha explicado por qué no detuvieron a Gil Trejos en su país, éste fue detenido el 26 de mayo en Nicaragua tras una alerta de la Policía Internacional (Interpol), por un presunto fraude comercial en México.
Sin embargo, de acuerdo con lo dicho por la esposa del detenido y el gobierno tico, quedó preso en un calabozo incomunicado y oscuro, con apenas ropa interior y comida insuficiente, además de carente de asistencia legal.