Reflexionar la muerte de Marilyn Monroe
* Uno de los suicidios más famosos del mundo: Marilyn Monroe. El suicidio que reprodujo más muertes: Suicidio Imitativo. Importancia de la comunicación social responsable al servicio de la vida y la salud. “Señor recibe a esta muchacha (…) una empleadita de tienda”. E. Cardenal en Oración para Marilyn Monroe.
Dr. Vicente Maltez Montiel *
Cincuenta y tres años se cumplen hoy del fallecimiento de una de las mujeres más famosas y bellas del mundo, como lo fue la actriz, cantante y modelo norteamericana Norma Jean Barker, conocida como Marilyn Monroe, encontrada muerta en su apartamento un cinco de agosto de 1962, cuando tenía 36 años.
Es de dominio público que la vida de Marilyn pudo haber concluido por asesinato ordenado por poderosos círculos de poder, pero la versión más conocida es “suicidio” por haber ingerido barbitúricos.
Hace más de medio siglo este “suicidio” se convirtió en un suceso dramático de influencia psicosocial negativa, afectando de forma inmediata la vida de más de cien personas en Estados Unidos, que destruyen sus vidas por sus propias manos, confirmando la poderosa influencia de los iconos en los medios de comunicación social. Es el llamado suicidio imitativo.
Años antes de la muerte de Monroe, la serie radial norteamericana “Vienen los marcianos”, de H. G. Wells, provocó pánico y estampida colectiva en varias ciudades, cuyos habitantes se tomaron a pecho un “inocente” programa radial dramatizado que informaba del peligro para sus vidas de una invasión extraterrestre en desarrollo.
En nuestro país se suicidaron 1,353 personas en el octenio 2001-2088 (anuario Policía Nacional), a razón de 169 por año, en un 76% de los casos se trataba de un masculino dentro de 15-45 años, impulsado por causas desconocidas, pasionales o familiares, en su mayoría sobrio y utilizando en primer lugar estrangulamiento, seguido de productos químicos.
En Nicaragua, estudiosos del Derecho y la Comunicación han cuestionado algunos medios escritos tildados de “criminógenos”, porque al detallar hechos dolorosos o delictivos dejaban expedito el método de la reproducción de estos actos.
Tristemente célebre fueron los titulares del uso de la pastilla de curar frijoles (fosfina) tildada como “la pastilla del amor”, y que todavía se encuentra en el comercio a pesar de disposiciones de las autoridades.
Recordemos que el suicidio no es un asunto de un día. Es un acto mortal con intención autodestructiva más o menos consciente. El comportamiento suicida o la tendencia suicida son partes del proceso suicida que conlleva ideas suicidas, comportamiento autodestructivo y culmina con el suicidio.
Los estudiosos Gelder y López-Ibor sostienen que “la información y exhibición dramática del comportamiento suicida por los medios de comunicación, puede facilitar los actos suicidas en otras personas”. Veamos casos aleccionadores.
Hace 210 años, Goethe escribió una famosa novela llamada “La tristeza del joven Werther”, (The sorrows of Young Werther), que fue muy difundida. En la misma el protagonista se quita la vida, lo cual fue muy imitado, al extremo que la obra fue prohibida en varios países. Se acuñó el concepto de “efecto Werther”.
Pero son los medios audiovisuales, en especial la televisión, la que influye más en el suicidio imitativo. Así se vio en Alemania y en Viena con series de televisión donde el protagonista se quitaba la vida arrojándose en las vías del tren o del metro.
El suicidio en Asia, por ejemplo en Japón, es un hecho llamativo. Lanzarse a los rieles del ferrocarril o metro es un método dramático de apagar la existencia en una sociedad que funciona con altos niveles de exigencia personal y de honor, lo que no salva que el estado “cobre los gastos de limpieza” a los familiares sobrevivientes del fallecido. Recientemente, un suicida de ese país utilizó el fuego como método de muerte en un baño del “tren bala” japonés.
Después de la muerte de Marilyn Monroe el índice de suicidio en Estados Unidos aumentó un 10% durante los diez años siguientes.
La responsabilidad social de los medios de comunicación respecto al suicidio y la salud mental en general, requiere de “una comprensión sensible de la intención suicida” y colaborar con la prevención de estas conductas autodestructivas, favoreciendo intervención temprana activa.
Las noticias de suicidios deben ser directas, no dramatizadas y sin incluir detalles de los medios utilizados.
La experiencia del Centro de Control de enfermedades (CDC) de Estados Unidos en la prevención suicida, destaca la existencia y funcionamiento de líneas telefónicas de ayuda, control de métodos de suicidio, sensibilizar a periodistas y medios, así como a maestros, tutores en general y médicos de atención primaria.
El pesquisaje para detectar a personas con enfermedad mental y la creación de mejores condiciones integrales de vida, estudio y trabajo, favorece una mejor salud mental que previene estas dolorosas pérdidas.
El suicidio puede ser evitado. No debemos olvidar que si una puerta se cierra, Dios siempre dejará abierta una ventana o una rendija. ¡Larga vida y prosperidad!
*Especialista en Medicina Interna y químico-farmacéutico. Autor del libro “Larga vida y prosperidad, consejos de salud”. Clínica en calle principal de Altamira, frente a la CECA, Managua. Teléfonos: 2278-0830 y 2267-0251.
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