Acerca de la epidemia actual de parvovirosis canina
Dr. Enrique Rimbaud
Sé que cuando lean estas líneas -si es que las leen-, mis colegas del IPSA y del Colegio de Médicos Veterinarios de Nicaragua, van a minimizarlas y ridiculizarlas, diciendo que solo queremos llamar la atención o exageramos… siempre hacen eso.
Recordamos cuando denunciamos la Epidemia de Influenza Equina a fines del año 2007, eso hicieron, hasta que muestras enviadas a laboratorios de los Estados Unidos demostraron que estábamos enfrentando una epidemia con la Cepa Kentucky de la Influenza Canina. Claro que no tuvieron la decencia de reconocer su error y admitir que estaban equivocados y que nosotros teníamos razón.
Después de todo, al IPSA solo le ocupan y preocupan no más de una docena de enfermedades de aquellas especies que están ligadas a la producción y al comercio exterior… y el Colegio Veterinario solo se ocupa -o por lo menos hace la mímica de que se preocupan-, de aspectos gremiales, actividades que no satisfacen a sus miembros, no llevando registros de enfermedad alguna, ni siquiera abriendo el espacio para el debate sobre estas.
En un país con leyes tan avanzadas sobre protección y bienestar animal, más allá de que se cumplan o no, es lamentable darse cuenta cuando estamos en momentos como este, que no hay un solo instituto o institución que vele por la salud, integridad o derechos de las mascotas dependiendo de nuestro gobierno.
Las mascotas no le interesan al IPSA definitivamente, al MINSA solo le preocupa lo que es la campaña de vacunación antirrábica, a MARENA no le atañen las mascotas, las Alcaldías no tienen aún creados departamentos de Bienestar Animal, ¿entonces? Debemos asumir que tanto las mascotas como los profesionales que nos relacionamos con ellas, estamos totalmente desamparados por parte del Estado.
La falta de investigación, extensión y espacios académicos de debate, discusión y divulgación en las más de diez universidades que ofertan la carrera de Medicina Veterinaria, tanto públicas como privadas, hace que tampoco la universidad, la academia, sea un lugar de respaldo o confirmación cuando surgen problemas médicos, epidemiológicos infecciosos en la población de mascotas en Nicaragua. Por lo que también estos centros de educación terciaria nos desamparan.
Epidemia de Parvovirosis Canina 2016
Ya el año pasado habíamos advertido a la población que buscaran vacunar a sus perros con vacunas de calidad, dado que la gran mayoría de las vacunas que se venden en el país protegen contra la Cepa “CPV” del Virus de Parvovirosis Canina y la que estaba actuando era la Cepa “C” del Virus, cosa alarmante, porque animales que se suponían vacunados no estaba protegidos contra la Cepa actuante.
Uno de los factores desencadenantes de esta epidemia de Parvovirosis actual, es que aquellos que distribuían y vendían la vacuna realmente eficaz, nos dejaron a todo el país sin vacunas desde el mes de agosto hasta enero, obligando a los colegas a usar cualquier tipo de vacunas.
El manejo irresponsable de los stocks de las empresas importadoras y distribuidoras, fue sin dudas un factor importantísimo a la hora de la incubación de la epidemia actuante.
La Parvovirosis es una enfermedad que atendíamos entre 10 y 15 casos por año, manteniendo a nuestros pacientes a salvo por el uso de vacunas de calidad, pero, en lo que va del año 2016, sólo 13 días, ya hemos atendido más de 20 casos, confirmados mediante análisis serológicos, lo que indica un aumento de más de un 400% en la casuística y frecuencia de la enfermedad.
Comunicaciones con colegas de otras ciudades y departamentos nos comentan lo mismo.
Si esto no es una epidemia… ¿Qué es entonces?
Nuevos signos y síntomas
La enfermedad se está manifestando con una mortalidad de un 25 a 30%, afectando a cachorros aun estando vacunados, comenzando por vómitos y diarrea, pero, sin sangre, no hay al principio sangre en el vómito o en la materia fecal, aunque sí hay depresión y pérdida del apetito.
En la mayoría de los casos, los colegas atienden al principio a los pacientes como si fueran cuadro de intoxicación alimentaria o indigestión, pero dos o tres días después, se observa que los animales no se recuperan y siguen con sus cuadros, desmejorando hora tras hora.
El análisis rápido de partículas virales en heces mediante el Snaps serológico de Parvo y Corona, nos confirma la sospecha, orientándonos mejor en el tratamiento.
Tratamiento y control
Como en toda gastroenteritis viral, el tratamiento más que nada es de sostén, con fluidoterapia con sueros con aminoácidos para que recuperen energía y se alimenten, antiinflamatorios, antieméticos, antidiarreicos, antibióticos, recomendando también el uso de retrovirales.
Si a las 48 horas comienza a recuperar el apetito y disminuye la frecuencia de vómitos y diarrea, podemos considerar que ya somos de vida y el paciente se va a recuperar.
La única forma de prevenir es vacunando, pero, seleccionando adecuadamente la vacuna, que sea de calidad y contemple todas las cepas.