Por poco perece en velero que venía a Nicaragua
Fiederich Drill es un canadiense de 79 años que por poco pierde la vida después de que su velero sufriera desperfectos que lo mantuvieron cinco días a la deriva en altamar tras zarpar de Cabo San Lucas, en México, rumbo a San Lorenzo, en Rivas, Nicaragua.
Una falla en el generador eléctrico y daños en una vela lo hicieron perder el rumbo y cuando logró llegar a tierra firme en la costa de Cerritos, e veterano lobo de mar celebra haberse encontrado con Mazatlán en su agónica supervivencia.
A este extranjero con aspecto de Ernest Hemingway, se le complica recordar cada episodio del naufragio, y aún invadido por la confusión, batalla para sostener con firmeza la cámara fotográfica, con la cual toma imágenes al navío averiado.
Con un jovial inglés, alcanzó a decir: “I’m fine, I’m fine!”.
“El plan era ir a La Cruz (Elota), y luego ir hasta San Lorenzo, Nicaragua, y en verano regresar a Canadá”, tradujo una persona para el diario Noroeste, de Sinaloa.
“Amo a México y a todos los mexicanos, ya no regresaría a California, hay muchos locos en California, en Estados Unidos”.
El velero, nombrado “HAJ”, de 6 metros de eslora y casi 2 metros de manga, con las banderas desgastadas de México y Canadá, fue llevado a los muelles de Fonatur, donde será reparado.
La noche del jueves pasado, al ver las luces del conocido hotel de Cerritos, se arrojó del velero al mar para salir nadando y pedir auxilio.
“La luz de la entrada me confundió, una luz roja y amarilla, que pensé era de otro lugar, me confundió”.
Y ya en la costa, fue atendido por el personal de dicho hotel, que le brindó alimentación y hospedaje.
Destacó la atención y solidaridad de Protección Civil y los parachuteros (paracaidistas) , quienes le ayudaron a devolver la embarcación al mar.
Ahora sólo espera que el “HAJ” sea reparado por completo, para que el viejo lobo de mar canadiense fije las coordenadas en ultramar con dirección a San Lorenzo, Nicaragua, y en el verano retorne a su amado Canadá.