Raquel Alatorre retorna a México

* Jefa del “grupo Televisa” logró conseguir el título de la narcotraficante más temida en Nicaragua, incluso por encima de cualquier otro capo capturado en nuestro país

Todo está listo para que retorne a su país Raquel Alatorre Correa, jefa de 17 hombres, todos mexicanos, apresados en Nicaragua el 20 de agosto del año pasado en un puesto fronterizo con Honduras, luego de que supuestamente profirieran amenazas en contra del gobierno de nuestro país.

El traslado es parte de un operativo de transferencia de 350 reos extranjeros a sus respectivos países por aire y tierra que empezó la noche del viernes.

Delgada, espigada y a estas alturas con 31 años, la mujer a quienes sus subordinados de la banda del “caso Televisa” llaman “licenciada”, logró infundir temor con su talante misterioso y prepotente, al punto de que las autoridades nicaragüenses optaron por aislarla en una celda de “El Chipote”, en la Loma de Tiscapa.

Fue una medida inusual con una mujer, algo que no se había hecho con ninguno de los otros capos apresados en el país, lo que fue atribuido por algunos como una represalia de algunos mandos policiales porque no lograron doblegar su soberbia.

Levantó polvareda

Alatorre llegó a preocupar a las autoridades mexicanas y más aún al emporio Televisa, del que mantuvo ser parte las veces que fue interrogada al respecto y en un inicio afirmó ser pariente del presentador de noticias de otra empresa de televisión de su país.

Se conoció en su momento que el embajador de México en Nicaragua, Rodrigo Labardini, se interesó vivamente en el caso al calor de las primeras pruebas obtenidas por las autoridades nicaragüenses. Alatorre tenía su teléfono en su celular, aunque no se dijo si la presunta periodista se comunicaba con el diplomático.

Otro personaje en la agenda del móvil de Raquel era vicepresidente de Información Nacional de Televisa, Amador Narcia Estrada, cuya presunta firma aparecía en un documento en el que se pedía a los gobiernos de Centroamérica que brindaran ayuda a Alatorre y demás acompañantes.

¿Es o no de Televisa?

En México y Nicaragua el caso cobró tal relevancia que los 9.2 millones de dólares en efectivo que trasladaban en seis camionetas con logos de Televisa los presuntos narcos –no les hallaron droga aunque sí rastros de cocaína- pasaron a segundo plano y la investigación se enfocó a probar sí eran o no empleados de la televisora a como sostuvo la “licenciada”.

La nación azteca se abocó a investigar la identidad de Alatorre y pronto dieron con documentación que presuntamente probaba que su verdadero nombre es Juana Raquel Alvarado Torres, aunque en Nicaragua prevaleció el nombre con el que fue capturada, juzgada y condenada.

La vez que se “quebró”

La última vez que vimos a Alatorre fue en abril pasado, cuando compareció en un juzgado de Apelaciones donde los 18 mexicanos habían recurrido la sentencia inicial de 30 años a que fueron condenados.

Fue también la primera y única ocasión en que se “quebró”. Lloró desconsoladamente cuando le permitieron dirigirse al juez, a quien suplicó la trasladaran a una cárcel del Sistema Penitenciario. También lo hizo dos veces más en el transcurso de la audiencia.

“No puedo seguir en Auxilio Judicial, me presionan demasiado. No sé por qué me dicen que soy peligrosa, que puede venir un helicóptero por mí, que puede venir un comando armado. Ordene que me saquen de allí y que el abogado mexicano pueda acceder a mí, es la única forma que tengo de saber de mi familia, tengo ocho meses sin saber de ellos”, dijo la supuesta periodista.

Los “falsos Televisa”

Los cargos que enfrentó fueron por lavado de dinero, delincuencia organizada y probable tráfico de drogas. No hubo “factura” judicial por “usurpar” el nombre de Televisa debido a que el abogado de esa entidad periodística se conformó con seguir de cerca los acontecimientos en torno al juicio y a desmentir ante los medios de comunicación cualquier vínculo con Alatorre.

Tras la captura de la banda, trascendió que funcionarios de la televisora mexicana se pusieron inmediatamente en contacto con directivos de los grandes medios de comunicación nicaragüenses, a quienes habrían pedido solidaridad, misma que recibieron ya que empezaron a llamar al grupo como los “falsos Televisa”.

Muchas dudas

Quedaron muchos vacíos en torno al caso, el principal, la impunidad con que Raquel Alatorre Correa y sus muchachos se movilizaron durante varios años por Centroamérica sin que se interesara en sus andanzas ninguna autoridad. ¿Funcionaba la carta de Amador Narcia?

Tampoco quedó claro a qué cártel de la droga mexicana pertenecía el grupo.

En Costa Rica se conoció hace poco que Jesús Alvarado Aguilar, de 66 años, el presunto padre de Alatorre y prófugo de la justicia mexicana, ingresó 7 veces en vuelos privados al aeropuerto internacional Juan Santamaría entre el 8 de agosto del 2005 y el 25 de septiembre del 2009. En todos los viajes provenía de México, solo en uno de los casos de El Salvador. Se ignora si estuvo en Nicaragua.