Energía solar aplicada a las conchas negras
Unas 65 familias de Chinandega se están beneficiando con el proyecto: “Utilización de energía solar fotovoltaica para el suministro de energía y radiación ultravioleta para la depuración de Conchas Negras”
La publicación Suelo Solar señala que la energía renovable está integrándose en la matriz energética de Nicaragua gracias al empuje del gobierno y a los incentivos que se ofrecen a los inversionistas extranjeros para implementar este tipo de proyectos en el país.
“El Gobierno Nicaragüense, está abordando la falta de servicios de electricidad en áreas rurales del país, la insuficiencia de infraestructura de redes de transmisión, la ineficiencia sistémica, y la reducción de la alta dependencia en combustibles fósiles, así como la falta de inversión en recursos de energía renovable”, señala la periodista Ruth Simón Fermosell.
El Proyecto de energía solar fotovoltaica aplicado a las conchas negras, fue inaugurado por autoridades del Ministerio de Energía y Minas (MEM), de la Alianza en Energía y Ambiente con Centroamérica (AEA), del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), así como representantes del Instituto de Capacitación, Investigación y Desarrollo Ambiental (Cidea) de la Universidad Centroamericana ( UCA).
El Centro de Depuración de Moluscos en la comunidad de Aserradores Chinandega, está orientado a la depuración de moluscos del género Anadara spp, comúnmente conocidas como conchas negras.
Este bivalvo es el de mayor impacto socio-económico en la zona costera del Pacífico Norte de Nicaragua, donde más de dos mil personas se dedican a la recolección. El centro de depuración forma parte de una iniciativa de trabajo impulsada por la Universidad Centroamericana a través del Instituto CIDEA, a fin de asegurar el sustento de la comunidad de concheros de Aserradores, conservar el recurso conchas negras y garantizar la inocuidad del producto.
La energía solar fotovoltaica será utilizada en este centro utilizar la energía de manera más sostenible y mejorará la calidad del producto mediante la depuración del agua, así como la competencia económica.
La instalación se trata de un sistema solar de purificación de agua de mar con radiación ultravioleta, un tanque con capacidad para almacenar hasta 4,000 litros de agua con su respectiva bomba eléctrica.
Según explicó Donald Espinosa, Secretario General del MEM, “este proyecto se enmarca dentro de la política gubernamental que está incluida en el Plan de Desarrollo Humano, y que consiste en el aprovechamiento responsable y justo de los recursos renovables con los que cuenta la comunidad para generar energía, sobre todo en zonas rurales, de tal forma que se genere dinamismo económico de impacto en la comunidad”.
Salvador Rivas, Coordinador de la AEA, dijo que es muy importante señalar que este tipo de proyecto innovador es un único en Nicaragua y por ende en Centroamérica. “Ahora las beneficiarias directas tienen la tarea de darle seguimiento al proyecto, tienen que buscar la sostenibilidad, por ejemplo, si las baterías no funcionan se deben comprar, y con las ganancias que obtengan del producto se puede solventar la compra de los insumos”, dijo.
Las principales protagonistas de este proyecto son las mujeres que realizan la actividad de extracción y comercialización de las conchas.
“Esta tecnología viene a mejorar la calidad de las conchas, ya que antes se comercializaban sin ningún tipo de esterilización, ahora sí, estas van desinfectadas de bacterias y los consumidores comprarán un buen producto sin contaminantes”, expresó Flor de María Páramo, una de las beneficiarias.
“Antes vendíamos las conchas a un precio de 8 córdobas la docena, ahora se pretende venderla a 40 córdobas, esto permitirá que tengamos más ingresos para que el proyecto sea sustentable”, dijo Juana Francisco Izquierdo ,otra de las beneficiarias.
Cabe señalar que las concheras comercializarán el producto en los bares y restaurantes de la zona, y espera en un futuro exportarlas a nivel nacional. Con este sistema se pretende disminuir las concentraciones de bacterias patógenas en las conchas negras y alcanzar niveles adecuados de inocuidad para el consumo humano.