¿Cuántas prostitutas para el canal?
Una vista del río Punta Gorda.
* Dr. William Martínez se refiere a la ligereza para criticar que existe en Nicaragua, donde los “tapazos” políticos pretenden ser “científicos” y cualquiera sale dando declaraciones disparatadas, amparado solo en su “fama”.
El Cronista Digital
Quizás por ser una megaobra, la construcción del camal interoceánico en Nicaragua ha creado en algunos una megaconfusión que posiblemente tenga su origen en la falta de rigor científico y lo mucho de intención política con que se han enderezado las críticas, según el doctor en geología, William Martínez.
Mientras por un lado alguien calcula cuántas prostitutas se requerirán para satisfacer las cuadrillas de trabajadores, por otro se señala que la ruta escogida ya había sido analizada en el siglo XIX y que lo único que se hizo fue desempolvarla.
¿Por qué tanto apasionamiento de los críticos? ¿Tienen razón al señalar que son demasiadas obras de gran envergadura las que tendrán que hacerse a la vez, sin incluir el canal mismo?
El Dr. Martínez señala que muchas de las cosas que se dicen son producto de “tapazos” de algunos que se amparan en su fama para confundir, porque aquí, “se cree lo que dicen determinadas personas”, independiente de lo que digan.
Indicó que ha escuchado críticas basadas en estudios ya obsoletos y desfasados, como uno de los años 60 realizado por el gobierno, la AID y otros organismos, que señalaban que la cuenca del lago Cocibolca era la misma del Xolotlán, cuando en realidad son diferentes una de la otra.
“De esos conceptos ultra desfasados Nicaragua no se ha apartado ni un peldaño, incluyendo a los organismos que critican el canal. No hay acervo ni plataforma científica y sin eso, no podés andar diciendo: ‘esto está mal por esto o lo otro’”, precisó.
Otro ejemplo del Dr. Martínez en cuanto a la ligereza en los cuestionamientos al canal, es en lo tocante al daño ambiental. “Dicen que la ruta pasa por una importante reserva natural que está ubicada en el sector del río Punta Gorda, cuando lo cierto es que desde hace años esa zona está arrasada”, señaló.
“Yo fui a realizar hace un año y medio o dos años un trabajo para el Marena en esa zona y ahí queda poco de la reserva natural, creo que solo el rótulo que dice: ‘Bienvenido a la Reserva de Punta Gorda’, pero nada más, lo que quedan son ‘manchas’ del bosque que ahí hubo”, asegura.
“Mirá, desde que arrancamos de Nueva Guinea y después navegamos en el río Punta Gorda yo iba en ‘shock’ al ver tanta destrucción ambiental; te lo digo en serio: hay más árboles en Managua que en esa supuesta reserva, por eso creo que escogieron esa ruta. Es donde habrá menor impacto ambiental”, sostiene.
Nuestro entrevistado considera que al menos el 95% del bosque está destruido en lo que fue la Reserva del río Punta Gorda, donde abundan los pastizales para ganado.
“En relación a todas las obras que se tienen que realizar en el canal, todo es paso a paso y como aquí no tenemos capacidad, tenemos que buscar apoyo en otras partes donde sí saben. Una cosa es el aspecto técnico y otra las opiniones políticas”, subrayó.