Nicaragua “ardió” en julio
La zona en rojo señala la región del Pacífico de Nicaragua como la más caliente del continente.
Nicaragua “ardió” en el mes de julio al presentar los registros más altos de temperatura del continente americano, con valores de entre 4 y 5 grados por encima de la norma histórica, según un estudio del Observatorio de la Tierra de la NASA.
Dicho estudio fue reproducido por el asesor científico del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), doctor José Milán, quien manifestó que en nuestra geografía se registraron incluso temperaturas de 6 y 7 grados más altas de lo normal.
El especialista expresó que la temperatura ambiente, la más conocida por el público en general, no es necesariamente la misma que la temperatura de la superficie de la tierra, ya que esta última lo que valora es la cantidad de calor que hay en el suelo.
“Parece ser que producto a todas estas condiciones que estamos pasando como El Niño, las radiaciones solares persistentes, las condiciones de escasa nubosidad para esta época, todos esos factores contribuyeron a que la radiación solar creara un calentamiento superior al normal en gran parte de nuestro territorio nacional”, manifestó el asesor del Ineter citado por la web “El 19”.
Milán mostró un mapa de Nicaragua en donde se observan amplias zonas rojas, las cuales coinciden con suelos agrícolas desprovistos de vegetación.
“Es muy importante que entendamos lo siguiente: que aquellos suelos que se desforestan o que se queman o que están totalmente desprovistos de vegetación, ante un fenómeno anómalo como este (…) elevan considerablemente su temperatura”, afirmó.
En peligro la salud y las cosechas
Entre los principales problemas que ocasiona el incremento de la temperatura de la tierra está la muerte de muchos microorganismos que juegan un rol muy importante en la vida del suelo y por tanto en las cosechas.
El experto contrastó las zonas rojas del mapa con las reservas de biosfera de Bosawás e Indio Maíz, cuya enorme cobertura vegetal le permitió mantenerse al margen de esta anomalía.
Subrayó que esto también tiene un enorme impacto en la salud humana, debido a que hay más polvo y menos posibilidad de alimentos.
El experto en cambio climático destacó que ante estas anomalías no hay mucho por hacer, ya que esto es el efecto de los daños que se han ocasionado al medio ambiente.
Sin embargo, aconsejó que los productores eviten mantener los suelos desnudos y empezar a destinar en las parcelas de cultivo algún espacio para sembrar especies de árboles nativos que mitiguen el calor.