Limosna para financiar asaltos
San José.- La Fiscalía de Costa Rica detuvo este miércoles al cura párroco de la Catedral de Puntarenas, de apellido Montes de Oca, por tener vínculos con el grupo criminal que fue capturado en esa provincia, según informó La Nación.
Según confirmó Tatiana Vargas, vocera del Ministerio Público, al sacerdote se le investiga por supuestamente utilizar los dineros obtenidos de las ofrendas de los fieles, para financiar parte de la actividad delictiva de los 17 detenidos esta madrugada.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó que se detuvieron además 12 policías de la Fuerza Pública, dos ex policías y tres particulares, quienes se dedicaban presuntamente a asaltar personas, vender droga y extorsionar testigos de procesos penales, entre otros delitos.
Montes de Oca fue capturado minutos antes del mediodía en Puntarenas, y llevado a la Fiscalía de Delincuencia Organizada y Narcotráfico en San José para ser indagado, junto con los otros sospechosos.
La Nación intentó conocer la versión de la Conferencia Episcopal, pero el director de comunicación de la Arquidiócesis de San José, Glen Gómez, señaló que el obispo de Puntarenas no se referirá al tema antes de las 4 p. m.
Sospechosos. Los policías aprehendidos se apellidan Jiménez (líder de la organización), Faith, Araya, Mena, Ramírez, Quesada, Carballo, Montes, Montenegro, Rosales, Boza y Matarrita; los ex policías, Barned y Guerrero; y los particulares, Ulate, Núñez y Cordero.
Jorge Rojas, director del OIJ, señaló que los oficiales de la Fuerza Pública protegían a criminales mientras estos delinquían, trasladaban objetos robados en las patrullas, vendían droga y realizaban asaltos con su uniforme policial.
Los allanamientos se realizaron en Carrizal, Bella Vista, Esparza, El Roble, Jacó, Isla Chira, Miramar, Fran Casiano y Puntarenas centro. Los agentes judiciales decomisaron cinco armas de fuego, tres chalecos y tres pasamontañas.
La mayoría de los miembros de Fuerza Pública tenían antecedentes policiales por asaltos y amenazas a testigos de procesos penales. Según informó el Ministerio de Seguridad, todos tenían entre 10 y 11 años de laborar para la institución.
Mario Zamora, ministro de Seguridad, manifestó: “Ninguna policía está blindada contra la corrupción. Tenemos la política de cero tolerancia a la corrupción, por lo que estamos gestionando con el máximo nivel de contundencia, separar a dichos oficiales del cargo”.
Las autoridades aseguran que, a pesar de que ya había investigaciones administrativas contra los funcionarios, era necesario dejarlos en sus puestos para que la Policía Judicial pudiera obtener pruebas y detenerlos hoy.
Colaboró el corresponsal Andrés Garita