Después de México, Nicaragua con mayor potencial energético
* Solo con la eólica podríamos reproducir once veces la capacidad actual anual, lo que nos convierte en uno de los países con mayor futuro en el Istmo por ser la energía renovable más limpia que la convencional, ilimitada y más rentable a largo plazo.
México y Centroamérica tienen un potencial para la energía renovable que excede en más de 25 veces su producción actual de electricidad, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), titulado “Repensemos nuestro futuro energético”.
Después de la nación azteca, Nicaragua es el país con mayor capacidad en el mencionado rubro considerado como el futuro, ya que se trata de una energía más limpia que la convencional, ilimitada y más rentable en el largo plazo.
La ventaja competitiva de estos países frente a otras regiones del mundo es que poseen una interconexión eléctrica que permite que intercambien energía eléctrica entre sus redes. México es el país con el mayor potencial de la región, debido -en parte- a su mayor tamaño, según la agencia Europa Press.
México tiene potencial especialmente en energía solar, geotérmica y de la biomasa. Solamente en este país, la energía solar fotovoltaica podría producir más de 22 veces la producción de energía eléctrica actual. De hecho, se está construyendo la primera central eléctrica de Energía Solar Concentrada, y se trata de una central híbrida (solar/gas).
Nicaragua es uno de los países que más recursos renovables posee después de México, con el mayor potencial eólico de Centroamérica y amplios recursos de energía geotérmica y solar. Sólo a través de la energía del viento, “podría producir alrededor de 11 veces su producción eléctrica anual actual”.
Costa Rica destaca por su energía hidroeléctrica y aunque tiene muchas centrales hidroeléctricas ya instaladas, su potencial sin explotar todavía es enorme. Por su parte, Guatemala es el país con mayor capacidad renovable derivada da la biomasa, que podría producir “algo más del 20 por ciento de la electricidad generada en el país”.
Honduras podría producir con la energía geotérmica, derivada del calor interno de la Tierra, siete veces su producción actual de energía eléctrica. Por su parte, El Salvador y Panamá podrían desarrollar cualquier tipo de energía renovable de forma satisfactoria.
La energía renovable “descarboniza las economías regionales”, es decir, reduce las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). También “pueden contribuir a la seguridad energética de largo plazo” o al “control que ejerce un país sobre sus recursos energéticos”, ya que su “carácter inagotable” contribuye a que el país pueda tener reservas para siempre.
Además, la energía renovable “tiene un impacto positivo en la generación de empleo”, ya que genera más puestos de trabajo que las energías convencionales. También reducen el impacto ambiental de los combustibles fósiles, ya que cuanto mayor es el uso de energía renovable, menor es el de convencional.
La región puede satisfacer sus necesidades energéticas futuras “de una manera efectiva” con sus recursos renovables, lo que le permitiría ejercer “un liderazgo mundial” y “construir una economía sólida sobre cimientos ecológicos”.
El debate sobre el futuro de la energía renovable tiene un punto claro: “El 100 por ciento de los sistemas de electricidad renovables son posibles y deseables desde un punto de vista técnico y económico”.