Crece preocupación por “ruleta sexual”
La “ruleta sexual” o el “muelle”, empezó en Colombia hace algunos años y de ahí se ha extendido hacia otros países de América Latina, sobre todo en Argentina, según diversos medios de comunicación, aunque también ya llegó a España.
Desde entonces, se han reportado embarazos de adolescentes y crecimiento de enfermedades de tipo sexual.
Es una especie de “saco y rajo”, donde el baile, el azar y la lascivia entre chavalas y chavalos desconocidos se funden peligrosamente. Ellas danzan en círculo mientras ellos las poseen al ritmo de la música, y los que van eyaculando van siendo eliminados de la competencia.
Muchas participantes son menores de edad y hay un tiempo preestablecido para que el varón esté con la dama. Después, tiene que pasar a otra y otra, dependiendo de su aguante.
Los riesgos de embarazo son enormes, porque no siempre usan condones, aparte de que cada chavala entra en contacto con cualquier posible enfermedad que pudiera haber dejado en el varón la muchacha anterior.
Según parece, está práctica de riesgo, cuyos primeros casos se habrían dado en la ciudad colombiana de Medellín, ha llegado a España y, según recoge el diario La Vanguardia, la Policía tiene constancia de ello, aunque no se trata aún de algo muy extendido. En cualquier caso, y tratándose de relaciones entre menores y consentidas, no ha habido denuncias hasta ahora.
Según describe el sitio mexicano El Excelsior, el peligroso juego sexual consiste en que un grupo de jóvenes se ponen en círculo mientras bailan al son de la música, cuando la canción cambia, los chicos tienen relaciones con las mujeres que participan del juego.
Después de determinado tiempo, sea que la música pare o la canción cambie, los jóvenes cambian de chica y también tienen sexo. De acuerdo al sitio mexicano, quienes eyaculan van quedando eliminados.
Esta práctica no es nueva pues se tienen reportes de ella desde 2013 en países como Colombia en donde se supo de la práctica luego de que una menor de 14 años afirmara que había quedado embarazada tras participar del juego. “No pensé que pudiera quedar embarazada, porque no era mucho tiempo. Era sólo un juego”, dijo la joven.
La práctica se extendió por muchos países de América Latina y genera preocupación de padres y autoridades por embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual como sífilis, hepatitis y VIH.