Mujeres cultivan mentes y suelos
* Y de paso, con apoyo de la Cruz Roja y una ciudad española, mejoran la disponibilidad de alimentos en sus hogares y comunidades. Todo esto ocurre en Santa María de Posoltega, Chinandega.
“Mujeres cultivando mentes, suelos y alimentación sana”, es el lema del proyecto Equidad de Género y Seguridad Alimentaria, que beneficia a cuarenta familias de la comunidad Santa María de Posoltega.
Este proyecto es ejecutado por Cruz Roja Nicaragüense mediante asesoría técnica y financiera de Cruz Roja Española, en colaboración con el Ayuntamiento de San Fernando de Henares, Cabildo de Gran Canaria, Ayuntamiento de Torrelodones.
El objetivo de este proyecto es mejorar la disponibilidad de alimentos en los hogares encabezados por mujeres, implementando sistemas agro-ecológicos en sus unidades de producción familiar, así como crear y fortalecer las capacidades que proporcionen ingresos para facilitar el acceso de los alimentos requeridos, mediante la creación de asociaciones colectivas e individuales donde se acopien y comercialicen los alimentos producidos.
Estas mujeres organizadas en siete grupos, siembran tomate, chiltoma, ayote, pepino, chayote y pipián con los más altos estándares de calidad, resultados de las capacitaciones que han recibido desde hace seis meses.
Las beneficiarias aseguran que además de las técnicas productivas, aprendieron sobre temas de equidad de género, seguridad alimentaria, nutrición, marketing, economía familiar, ahorro, elaboración de presupuestos y cálculo de ganancias al vender sus productos.
“Gracias a la Cruz Roja y a la nueva tecnología que nos enseñaron, hemos aprendido a economizar espacios y a tener cosecha todo el año, usando los patios de nuestras casas como huertos”, aseguró Luz Rostrán, beneficiaria del proyecto.
Por su parte, Adilia Estrada trabaja de forma vehemente en su huerto junto con su esposo, hijos y nietos, quienes consideran que a través de la aplicación de las técnicas aprendidas han obtenido resultados positivos en la producción de alimentos y ha mejorado su economía familiar, pues de los cultivos obtienen alimentos saludables y comercializan el excedente.
“Estamos contentos porque en esta comunidad, donde se desarrolla este proyecto de Equidad de Género y Seguridad Alimentaria, las familias se están apropiando del tema de una producción orgánica, fortaleciendo así los medios de vida de las mujeres rurales, eso es algo muy importante, hemos visto los resultados y son muy positivos”, aseguró Manfredo Pastora, Director General de Cruz Roja Nicaragüense.
A su vez, Pastora enfatizó en el esfuerzo que hace Cruz Roja Nicaragüense en efectuar gestiones con sociedades hermanas como Cruz Roja Española, que tiene ya más de 15 años de cooperar con Nicaragua bajo el plan rector de la cooperación española, en temas referentes a desarrollo económico y medios de vida, así como con otros donantes que propician este tipo de beneficio a las familias más vulnerables del occidente del país.
“Lo importante de la metodología de biointensivo que les hemos enseñado a las beneficiarias, es que no hay problemas de intoxicación al estar manipulando los productos, porque es una agricultura orgánica; se produce el abono orgánico a partir de los desechos que salen de sus patios, entonces, con esta tecnología de bajos insumos, venimos a cultivar suelos para cosechar alimentos sanos”, señaló el agrónomo Wilfredo Somarriba, Técnico del Proyecto que asiste a las cuarenta mujeres.
“Felicitamos a estas mujeres porque han dedicado el tiempo y el amor necesario para este proyecto, ellas son las mejores administradoras, el baluarte, las que sacaremos adelante a Nicaragua”, reconoció Martha Espinoza, vicepresidenta del Consejo Departamental de Cruz Roja Nicaragüense en Chinandega.
Recientemente, durante una visita de las autoridades de la Cruz Roja Nicaragüense y de la Cruz Roja Española a la comunidad Santa María, aprovecharon para celebrar el Día Internacional de la Mujer con una feria alimenticia, utilizando sus productos agrícolas.
Asimismo, las cuarenta féminas que fomentan la producción de alimentos sanos recibieron un kit de herramientas que incluye: una carretilla, una piocha, una pala, un bieldo, un rastrillo, una cajilla plástica, un grifo y un balde plástico, para que continúen desarrollando sus huertos ubicados en los patios de sus hogares.
Según el coordinador del proyecto, Guillermo Cárdenas Montalván, la implementación de este tipo de tecnologías de bajo costo, permite que pueda ser aplicada y replicada por otras comunidades, a su vez que es una acción concreta en la producción de alimentos con tecnologías que permiten labores de adaptación a la variabilidad y cambio climático, dado que son tecnologías adecuadas para zonas secas con prolongación de espacios de sequía.