Invierno no da la cara
La sequía está afectando seriamente las zonas áridas del país, mientras los campesinos y productores esperan la “señal” de las lluvias para empezar a sembrar en el presente ciclo productivo, informó la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG).
Mientras el periodo del invierno (de mayo a octubre) avanza inexorable, las lluvias siguen ausentes principalmente en el corredor seco, que atraviesa de norte a sur la parte central de Nicaragua, desde la frontera con Honduras, hasta el lago Cocibolca, según los productores.
Álvaro Fiallos, directivo de la UNAG, explicó a periodistas que no ha llovido en el corredor seco, por lo que los meses de junio y julio han creado una sensación de escasez.
La sequía ha mostrado sus efectos al sur de las ciudades de Boaco, Jinotega, Matagalpa y Ocotal, así como en la zona del Pacífico y el noroeste de Nicaragua, según Fiallos, citado por Acan Efe.
En las zonas áridas, “los productores estamos esperando la señal de salida, que es la lluvia”, agregó.
Los productores y el Gobierno ya han sostenido reuniones con el objetivo de encontrar solución, y el 23 de junio pasado el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció que promoverá el uso masivo del riego en el país.
La UNAG además solicitó al Ejecutivo trabajar en un plan conjunto para hacer realidad la propuesta del presidente Ortega.
A pesar de que la agricultura representa el 18 % del PIB de Nicaragua, solamente el 4 % de las fincas utiliza el sistema de riego para su producción, según datos oficiales.
En 2014, la sequía combinada con los efectos de una serie de temblores destructivos en el Pacífico nicaragüense, provocó que el crecimiento económico se ubicara en un 4.7 %, por debajo del 5.0 % proyectado inicialmente, según datos del Banco Central de Nicaragua.