Dos pistoleros en muerte de estudiante en discoteca “Bróder”
Un dolor muy grande ha provocado la muerte del estudiante universitario Bayardo Pérez, a manos de un sujeto que obviamente tiene una mente criminal al andar armado en un lugar donde los chavalos llegan a divertirse.
Según las informaciones publicadas, el fallecido era un estudiante de Odontología de la Unica originario de Chinandega, que decidió ir con un grupo de amigos a divertirse a la discoteca “Bróder”, ubicada en la Plaza Familiar, en la carretera a Masaya.
Al parecer, son varios los incidentes graves ocurridos en dicho local y ya existe preocupación en los mismos visitantes a este lugar donde debería existir registro previo de los que ingresan. “Bróder” es conocida entre la juventud como el “Kínder”, por ser la única que permite la entrada de adolescentes que se supone tienen prohibido entrar a ese tipo de sitios.
Un testigo del mortal incidente dijo que los implicados podrían ser narcotraficantes por la forma en que actuaron ante jóvenes indefensos, en este caso, una víctima fortuita de un supuesto juego de celos entre una mujer y su chulo.
El testigo, cuyo testimonio fue subido a Youtube, señala los pormenores de la tragedia que culminó con la muerte del estudiante, quien luchó por su vida defendiéndose con una banca que arrojó contra el que segundos después le quitaría la vida de un balazo en el pecho.
Todo empezó con una llamada telefónica de la presunta instigadora del suceso a un miembro de un grupo de amigos reunidos en una vivienda capitalina, preguntándole dónde estaba. El hombre le dio la dirección y en cuanto llegó, la dama, de unos 25 a 30 años mostró interés por el ahora occiso.
Eran las 11 de la noche y a esa hora decidieron irse a la discoteca “Bróder”, donde Bayardo y la fortuita acompañante de los jóvenes estuvieron muy juntos, incluso después de que la mujer recibió una llamada por celular y dijo a alguien donde se encontraba.
Al rato se aparecieron dos sujetos que presuntamente estuvieron observando cómo bailaba la mujer con Bayardo y luego la llamaron para que se fuera a la mesa donde estaban. Todo continuó normal hasta que el grupo de Pérez decidió que era hora de irse y preguntaron a la hembra si se iría con ellos o no.
Ella les pidió que se fueran y al ir buscando la salida, el acompañante del supuesto novio de la mujer le tiró un manotazo a Bayardo, quien logró capearlo. Miembros de la seguridad del lugar vacilaron al actuar, lo que permitió al agresor desenfundar una pistola pequeña, niquelada, con la que amenazó con dispararle en el pecho al estudiante de la Unica.
Volvió a guardarla y salió con el presunto novio de la mujer. Ambos se dirigieron hacia un vehículo Land Rover, aparcado afuera, de donde sacaron una pistola negra, de calibre mayor que la niquelada.
Los dos sujetos armados regresaron a la discoteca amenazantes. El de la pistola negra hizo un disparo hacia el techo al entrar, lo que intimidó a los presentes, incluyendo a los de seguridad, que empezaron a replegarse. El sujeto buscó entre el público y al ubicar a Bayardo se le acercó apuntándole.
El estudiante intentó defenderse con una silla, retrocedió y se la lanzó, golpeándolo, pero resbaló en el piso mojado, lo que aprovechó el matón para acercársele y asesinarlo fríamente. Después se fue hacia el balcón donde estaba apretujada y aterrorizada la gente y buscó rostros conocidos del grupo de Bayardo.
Al no reconocer a nadie se retiró y momentos después se escucharon dos detonaciones. Cuando el ambiente se hubo calmado, el asustado público encontró al pistolero sentado en una silla, con un disparo en una pierna, el que supuestamente se asestó cuando alguien forcejeó con él, aunque esto último no está comprobado.
El testigo asegura que había tirado la pistola a un lado, lo que permitió su captura, al igual que la del otro empistolado y de la mujer que habría empezado la fatalidad al darle celos al presunto narco. Supuestamente todos están bajo custodia policial.