De los 80 años del fusilamiento al centenario de su primer texto literario

G. Cappa | granadahoy.com

Federico García Lorca se fascinó por la poesía a través de Rubén Darío. También Ian Gibson sintió un flechazo con el autor nicaragüense, así que era inevitable que se sintiera ‘atrapado’ por el autor de Fuente Vaqueros cuando leyó el Romancero gitano.

En 2016 convergen dos centenarios que le tocan muy hondo; en febrero se cumplen 100 años de la muerte de Rubén Darío y del primer texto de Federico García Lorca, Mi pueblo, prosa autobiográfica que escribió en marzo. “Cuando yo era niño vivía en un pueblecito muy callado y oloroso de la Vega de Granada. Todo lo que en él ocurría y todos sus sentires pasan hoy por mí, velados por la nostalgia de la niñez y el tiempo”, escribió Lorca en su primer escrito literario.

Así que, aunque todas las celebraciones del año se centran en recordar el 80 aniversario de su fusilamiento, 2016 también tiene una fecha redonda para celebrar su primer texto como escritor.

“Yo espero que sigan buscando los restos de Lorca, es mi opinión personal, he escuchado muchas versiones de dónde pueden estar, así que he llegado a pensar que está en la luna, porque la luna es la mansión de los muertos y Lorca es un poeta lunar. Pero espero que podamos seguir buscando, a él y a todos los muertos de la guerra, porque no es honesto que haya más de 100.000 fusilados en las cunetas, España tiene que resolver este problema y tengo muchas esperanzas puestas en la nueva situación”, señaló Ian Gibson, haciendo un guiño a la diputada de Cultura y Memoria Histórica, Fátima Gómez, que también participó en el acto.

Además, Gibson avanzó que en abril llevará a Fuente Vaqueros los documentos que ha empleado en su revisión de la biografía de Lorca que verá la luz también este año. “No conozco ningún caso parecido de una autor con la prehistoria que tiene Federico; toda su obra se hizo en 20 años y el primer texto del que tenemos constancia es Mi pueblo, lo escribió apenas un par de meses después de la muerte de su gran maestro, Rubén Darío… Quizás sólo sea comparable a John Keats, porque los genios lo son desde el feto, pero es increíble hacer esta obra en tan poco tiempo”.