Escucha a tu cuerpo
Acupuntura, reiki, yoga… las terapias complementarias son un conjunto de disciplinas de la salud que previenen y tratan casi todo tipo de dolencias con técnicas poco invasivas y sin medicamentos con productos químicos.
Varias de esas terapias son muy reconocidas en todo el mundo y algunas se remontan a 3.500 años atrás, como la medicina tradicional china.
Precisamente en acupuntura y en la técnica de moxibustión japonesa es especialista el tarraconense Felip Caudet quien explica que tanto la técnica china como la japonesa son históricas, tradicionales, que a día de hoy conviven.
Este fisioterapeuta hacía servir la acupuntura china y «un día descubrí la japonesa, que es más agradecida para los pacientes. La punción es más superficial que la china, que es más profunda. En la japonesa, las agujas son muy finas. Los japoneses tienen técnicas que son de contacto, con las que ni siquiera se pincha, sólo se ponen sobre la piel».
Sus pacientes acuden a la consulta por motivos tan diferentes como dolores musculares, menstruales, articulaciones y cefaleas, entre otros.
Pero también para visitas más complejas como problemas de infertilidad. «Lo que hacemos es regularizar cómo funciona la sangre, la energía del cuerpo y cómo trabajan los músculos».
Asimismo, también utiliza herramientas del mundo oriental de la medicina japonesa para aplicarlas a la fisioterapia.
En China conviven la medicina tradicional y la moderna. Sin embargo, Caudet explica que «en Japón estas prácticas ancestrales se tratan sólo a nivel privado».
Moxibustión
La moxibustión es una técnica que utiliza las hojas pulverizadas, secadas y trituradas de la planta ‘Artemisia vulgaris’ a la que se le da forma de cono denominado moxa.
Felip Caudet explica que «es una planta que tiene 1.500 variedades y hay tres o cuatro que se utilizan».
Los países productores son China, Corea, Nepal y Japón.
En cuanto a su utilización, este fisioterapeuta comenta que «esta hierba, cuando la quemamos, lo hace muy poco a poco y en lugar de pinchar en la zona, ponemos un calor muy concentrado. Es un calor que se aplica de una manera muy controlada en puntos específicos del cuerpo».
Defiende que sus efectos son muy rápidos en el tratamiento del dolor y añade que «sabemos que la aplicación del okyu estimula el sistema inmunitario y su actividad defensiva».
Caudet ha publicado tres libros ‘El calor que cura’, ‘Moxibustión al final de la cuerda’ y ‘Los puntos tesoro de la moxibustión de Fukaya’. Asimismo, imparte conferencias y cursos tanto en Japón como en diferentes países europeos.