Más de 125 mil centroamericanos beneficiados por Cargill y CARE
• 10 años de alianza entre CARE Internacional y Cargill rinden sus frutos. Dicha alianza ha contribuido con la nutrición y buenas prácticas alimenticias de estudiantes de preescolar y primaria, también ha beneficiado a agricultores y mujeres emprendedoras, jefas de hogar. Los productores agropecuarios cuentan con prácticas agronómicas, todas las cadenas de valor son apoyadas a través del programa y percibieron aumentos en la producción. La inversión total, en estos 10 años de trabajo conjunto, asciende a US$25 millones, en 10 países del mundo.
La sólida alianza entre Cargill y CARE Internacional ha permitido que, en los últimos 10 años, unas 125,000 personas hayan recibido diferentes beneficios en Centroamérica, desde programas escolares para incentivar la calidad en la nutrición de los niños y niñas, hasta el apoyo técnico a los agricultores para que puedan comercializar sus productos y aumentar ingresos para sus hogares. Al cumplirse una década de trabajo, esta alianza busca fortalecerse y llegar a más comunidades de la región, atendiendo necesidades directas de personas en condiciones de vulnerabilidad.
Cargill, más allá de ser una multinacional dedicada a la elaboración de alimentos, pollo y embutidos, en el caso de Centroamérica, es una empresa que desde que inició sus operaciones, ha tenido muy firme la consigna de nutrir de forma responsable a las personas, en especial aquellas que por situaciones socioeconómicas no tienen acceso a alimentos. De allí, que hace 10 años se asoció con CARE; una agencia de desarrollo destinada a trabajar en temas de pobreza, justicia social y en dignificar a las personas.
El trabajo conjunto de la alianza inició en el 2008, con EDUCAN (Programa Integrado para Niños Vulnerables), en 10 municipios de Centroamérica: dos en Guatemala, tres en Honduras y cinco en Nicaragua; con el reto de mejorar la calidad educativa de los escolares, realizar aportes a los procesos de nutrición, instaurar medios de vida fortalecidos para los padres, y una mayor capacidad de respuesta de las políticas públicas y sociales.
Posteriormente se amplió, y se incluyó a Costa Rica, para dar paso a lo que se conoce hoy como “Nutriendo el Futuro”, un exitoso programa de responsabilidad social y contribución a la seguridad alimentaria y nutricional, que mezcla la sana alimentación, con el acceso a los alimentos, la educación en las aulas y la infraestructura correcta en los centros escolares.
“Esta alianza, sostenida en el tiempo, nos ha retado a buscar nuevas formas de apoyar a las comunidades, hacerlas más prósperas basados en el empleo y en la equidad. Cargill y CARE han demostrado que esta sinergia permite romper barreras y encontrar oportunidades y desarrollo para todas las comunidades en especial aquellas de zonas rurales y de recursos limitados”, expresó Xavier Vargas, presidente de Cargill para Centro América.
Los resultados han superado las expectativas:
• Más de más de 12,000 productores, agricultores y microempresarios han sido capacitados y tienen acceso a mercados seguros en la región, bajo el enfoque de negocios inclusivos a través de las cadenas productivas y de valor.
• Se han habilitado 140 huertos escolares en los jardines de escuelas, para que más de 55,000 niños aprendan a cultivar sus alimentos y conozcan más sobre las bondades de una dieta sana, basada en vegetales
• Se han establecido 41 asociaciones empresariales en Guatemala, bancos rurales (Cajas Rurales) en Honduras y cooperativas en Nicaragua, que actualmente se dirigen al 83% de los productores y al 50% de los microempresarios con acceso a servicios financieros, asistencia técnica y mercados.
• Otro de los logros en esta década de impacto ha sido el empoderamiento de las mujeres, al vincular sus pequeños emprendimientos en las cadenas de valor y facilitarles las conexiones necesarias para la comercialización de sus cosechas y productos. Un estudio realizado en el 2017 por CARE, demostró que el índice de empoderamiento de las mujeres vinculadas al proyecto en Honduras era de un 21%, esta fue la base para organizar un programa de formación personal y colectivo para las productoras, logrando que este índice se moviera positivamente. Dicho índice medía cómo las mujeres empoderadas se sentían al proveer financieramente a sus familias y cuánto control tenían en las decisiones de compra.
Según comenta Maite Matheu, directora CARE Honduras: “Existe un compromiso muy fuerte en apoyar la seguridad alimentaria y combatir la pobreza y la inequidad de género, sabemos que estamos por la ruta correcta cuando nos aseguramos que las familias con quienes trabajamos, especialmente las mujeres, a través de Nutriendo el Futuro, pueden conseguir mejores condiciones de vida”.
Nutriendo el Futuro.
Al inicio del programa, muchos niños y niñas de las zonas rurales y marginales presentaban cuadros críticos de desnutrición por la carencia de alimentos y conocimientos sobre nutrición; las escuelas operaban con los recursos básicos, y de ser necesario, cocinaban los alimentos en el suelo a falta de un equipo con las condiciones básicas. Es allí donde Cargill y CARE, con su experiencia en programas de nutrición, suman recursos para contribuir a cambiar este panorama.
El involucramiento y contribución del voluntariado de Cargill, el financiamiento de la empresa, la experiencia de CARE, su relacionamiento y alianzas, pero, sobre todo, la participación activa de los niños, profesores y padres-madres han logrado que Nutriendo el Futuro sea una experiencia exitosa en contextos diversos y con múltiples actores.
El uso de metodologías y técnicas de enseñanza adecuadas ha facilitado que los participantes puedan replicar los mensajes positivos para mejorar la nutrición en sus casas, aulas y comunidades. El proyecto ha utilizado técnicas lúdicas para hacer más efectiva la enseñanza, tal es el caso de la escuela primaria John Douglas, en Masaya, Nicaragua, donde los niños y niñas tienen un juego de mesa gigante que forma parte del plan de estudios. El juego se centra en opciones y comportamientos saludables de los alimentos, como mantenerse activo, lavarse los dientes y usar agua potable para la preparación de alimentos.
“Estos esfuerzos se han complementado con campañas para incentivar el regreso a clases, la buena nutrición y otras acciones. Más de 55 mil estudiantes se han visto beneficiados y queremos llegar a más”, añadió Vargas.
El impacto positivo de la alianza de Cargill y CARE ha llegado a mejorar los estilos de alimentación y nutrición de 2.2 millones de personas en 10 países del mundo, como son: Honduras, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Brasil, Costa de Marfil, Egipto, Ghana, India e Indonesia.