Aguas del San Juan siguen yéndose a Costa Rica
El río Colorado de Costa Rica ha crecido a niveles enormes gracias a las aguas del río San Juan que se escapan hacia el país vecino.
Las aguas del río San Juan se escapan inexorablemente hacia Costa Rica, fortaleciendo el caudal del río Colorado. Es algo que ya se había notado y que Nicaragua trató de frenar con el dragado que se le encargó a Edén Pastora y del que lleva largo rato de no conocerse nada.
En el país vecino, el periodista Carlos Arguedas señala en La Nación que la creciente sedimentación está haciendo fluir con mayor fuerza las aguas del río San Juan hacia Costa Rica, a través del río Colorado.
Agrega que el hecho lo advirtieron vecinos de los poblados cercanos a isla Calero y lo confirmaron geólogos que analizaron el enjambre sísmico en esa parte del Caribe.
Juan José López Ruiz, quien vive en Guapote, dijo que ve las variaciones desde hace 20 años cuando el río Colorado (que nace como un brazo del San Juan) se fortaleció poco a poco, al punto que ahora tiene dos canales que son navegables.
“Son cambios que se dieron a lo largo de los años; un caño que antes tenía 20 metros ahora alcanza los 80 metros, es navegable y cada vez es más ancho”, puntualizó.
El geólogo Lepolt Linkimer, de la Red Sismológica Nacional (RSN), explicó que ese cambio en el San Juan se origina en la sedimentación, aunque no descartó que las fallas tectónicas que ahora se activaron en el Caribe “puedan estar controlando el patrón de drenaje en la zona”. Eso es objeto de estudio, agregó.
Carlos Murillo Zamora, catedrático en Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA), afirmó que el fenómeno está presente desde el siglo XIX y “va a seguir dándose”.
El especialista agregó que aunque el San Juan se convierta en una acequia eso no tendrá ninguna consecuencia jurídica pues los límites entre Costa Rica y Nicaragua quedaron claramente trazados desde 1897, pero advirtió que sí tendría consecuencias políticas. “Nicaragua ha dicho que se debería de compartir o permitir la navegación por el Colorado y eso sí aumentaría las tensiones entre los dos países”, aseguró.
Dada la pérdida de caudal del río San Juan –de soberanía nicaragüense–, el país vecino puso en marcha un plan de dragado.
En octubre del 2010 ocupó una porción de isla Calero, que considera suya, una medida que le permitiría ampliar su territorio para explotar un potencial yacimiento de petróleo en el mar Caribe en un área que Costa Rica reclama como parte de su plataforma.
Mientras, desde el 22 de setiembre, isla Calero es objeto de observación pues se está dando un enjambre sísmico, en un lugar donde no hay registro histórico de ese tipo de actividad.
Hasta el jueves anterior se habían contabilizado 63 eventos. Los de mayor magnitud sucedieron el 25 de setiembre (4,2 grados de magnitud momento) y el 30 de setiembre (4,1 grados).
La falla tectónica que los genera está alineada precisamente en el brazo más nuevo del Colorado, que los pobladores llaman Caño Bravo.
Linkimer dijo que la falla mide unos cinco kilómetros de longitud y está en una tierra blanda y pantanosa, donde se presume que los sedimentos se están consolidando.
Precisó que esta ruptura en Calero es una falla corta y no tendría capacidad para producir un terremoto grande, pero sí podría generar uno de 5,0 grados que tendría consecuencias graves.
Explicó que al tratarse de eventos superficiales (la profundidad oscila entre los 5 y 10 kilómetros) y al ser el suelo blando y pantanoso, las estructuras podrían sufrir daños. La ventaja es que una región con poca población.