¿Para quién era el armamento?
Fusil AK-47 similar a los capturados en un bus.
* Analista de seguridad considera que hay “algo” que las autoridades se empecinan en negar
El pequeño arsenal de armas de guerra capturado el lunes en un bus de transporte público que viajaba hacia el norte del país y la poca información brindada al respecto, hacen volar las conjeturas sobre el objetivo de los destinatarios de los instrumentos de muerte.
Roberto Orozco, un analista privado de seguridad, considera que hay “algo” que las autoridades están en la obligación de decir según lo acordado tras el desarme de los años 90 y era llamar “bandas” de delincuentes a todo grupo armado que surgiera en adelante.
“En el norte lo que hay son grupos delincuenciales”, dijo el vocero policial, comisionado Fernando Borge, lo que es una revelación para Orozco, quien estima que es primera vez que un jefe policial acepta que hay armados en el norte del país y sobre todo que reciben armas, aunque el relacionista público negó que haya grupos armados.
Policías emboscados
Entre las armas halladas ocultas en un saco que iba a bordo de un autobús de la ruta Managua-Estelí-Jalapa (norte), se encuentran 13 fusiles AK-47 y una ametralladora M-16. Los detenidos son Rider Ulloa Sánchez, Atahualpa Urbina Orozco, Jerónimo Cáceres Santos y Pedro Molina Reyes.
“Han muerto cinco policías en enfrentamientos con gente armada en el Triángulo Minero, dos de ellos en emboscadas simultáneas y ningún grupo delincuencial hace eso, esa gente no se atreve a enfrentar de esa manera a las autoridades”, dijo Orozco.
“Refuerzan Batallón Ecológico”
Nuestro entrevistado indicó asimismo que existe actualmente un reforzamiento del “Batallón Ecológico” del Ejército de Nicaragua en hombres y presupuesto, lo que hace pensar que dicho grupo podría haber sido designado para búsqueda y persecución de bandas de rearmados.
“Hay movimientos en Teotecacinte, Jalapa y Madriz, se habla de tráfico de armas en la frontera con Honduras y hacia allá podrían ir las armas capturadas en el bus norteño”, planteó Orozco.
“No se crea sí, que son algo serio. Esta gente –los presuntos rearmados- tiene poca capacidad bélica y podría recibir una respuesta rápida del Ejército en cualquier momento”, estimó.