Soberanía colombiana de facto sobre nuestras aguas
* Pescadores de otras naciones no saben a qué atenerse por temor a quedar en medio de un conflicto que les atañe solo desde el punto de vista comercial
Pescadores de naciones centroamericanas consideran que el fallo de La Haya que modificó los límites marinos entre Colombia y Nicaragua, cambió de paso las reglas del juego a toda la industria pesquera del Caribe occidental y a las naciones vecinas.
La sentencia crea además uno de los tantos escenarios de incertidumbre: el de los barcos de bandera extranjera autorizados desde Managua para faenar en sus aguas y que no saben cuándo podrán hacerlo en el área que todavía tiene soberanía colombiana de facto.
El hondureño Santo Donaldo López, capitán de un pesquero industrial que extrae langosta de los alrededores del archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, epicentro del litigio, dijo a Efe que “hay caos por todas partes”.
Cambio de fronteras y de dueño
López dijo que el barco donde faena está atracado en la isla de San Andrés a la espera de que su «patrón» decida si ante los temores de los trabajadores isleños de ser interceptados por buques nicaragüenses, será mejor volver a Honduras y abandonar el negocio del crustáceo en Colombia.
Esta nueva situación afecta a los trece barcos hondureños que como el de López faenan desde hace décadas en el mar de San Andrés contratados por colombianos.
En este problema están involucrados Honduras, Jamaica, Panamá, Costa Rica y todos los del Caribe del oeste, pues de alguna manera también cambian sus respectivas fronteras con Colombia y Nicaragua y se ven afectados los tratados de pesca bilaterales, dijo el hombre de mar.