¡Es posible comer de todo!
Decenas de consumidores en todo el mundo batallan diariamente con la idea de qué comer y cuánto. Muchos desconocen que estudios científicos comprueban que la restricción de una comida es cuestión del pasado; los expertos ahora optan por una nueva técnica: educar sobre su valor diario en lugar de limitarlo.
A ese porcentaje – también se conoce como el valor relativo nutricional o ingesta diaria- y ayuda a que una persona conozca cuánto requiere de ese alimento diariamente sin preocuparse por las consecuencias en su salud.
Ese porcentaje le permite comer de todo y mantener una dieta balanceada y sabrosa. “No hay alimentos buenos o malos sino dietas mal balanceadas, por eso hay que aprender a alcanzar ese equilibrio, la decisión final está en nuestras manos” expresó la nutricionista colombiana Consuelo Pardo.
Algunos alimentos y bebidas cuentan también con las Guías Diarias de Alimentación, que facilitan la lectura de la etiqueta nutricional pero no la sustituye. Es otra invitación a conocer lo que se consume y realizar la compra con más conocimiento. En este ejemplo se observan los porcentajes en las presentaciones regulares y light de una gaseosa de 250 ml (esto equivale a una porción). El consumidor tiene la opción de escoger entre cualquiera de las dos pues ambas hidratan, sólo se guiará por la que tenga los porcentajes más acordes a los que su médico o nutricionista le indicó.
El Laboratorio de Alimentos y Marcas de la Cornell University destaca que el promedio de los clientes de un supermercado compra masivamente y que eso repercute no solo en su salud sino en su bolsillo.Según su última publicación “¿Por qué mis compras terminan en la basura?”, una persona suele sentir atracción por un producto por el recuerdo de su sabor o la presentación pero al no conocer sobre su contenido nutricional termina dejándolo en la cocina o se arrepiente al ver únicamente su contenido en calorías.
La nutricionista Pardo explica que “las calorías no es lo único que debemos leer, primero debemos tomar en cuenta cuántas porciones contiene el envase y seguidamente su valor diario, así aprendemos a comer balanceadamente”.
La Organización Smaller Plate Movement advierte en su investigación sobre “hábitos psicológicos durante la compra de alimentos y bebidas”, que la mayoría de consumidores opta por comprar productos con la frase “light” sin saber si contiene un impacto nutricional diario que su médico o nutricionista le recomendó.
Las claves del éxito
1. Comience por observar el tamaño de la porción y el número de porciones que contiene el envase.
2. Revise la cantidad de calorías aportadas por la porción del alimento.
3. Si desea reducir el consumo de un nutriente en particular, revise la cantidad aportada de este nutriente y observe el porcentaje de valor diario (VD) para saber que es mínimo su aporte.
4. Si sufre de hipertensión elija alimentos que tenga un V.D. igual o menor a 5% o que tenga mensajes como “libre de sodio” o “bajo en sodio”.
5. Es importante el consumo de alimentos fuente de fibra dietaria, vitaminas y minerales. Revise el % V.D. para seleccionar aquellos que estén por encima del 10% o mayor en estos nutrientes.
Fuente: Consuelo Pardo Escallón, ND