Espía gringa reclutada por Cuba estuvo en Nicaragua

* Marta Rita Velázquez laboró en la Embajada de Estados Unidos ubicada en Managua

Una corte federal en Washington hizo públicos este jueves los cargos que pesan sobre Marta Rita Velázquez, de 55 años, y nacida en Puerto Rico, a quien se acusa de haber conspirado para espiar a las órdenes de los servicios de inteligencia de Cuba.

Poco antes de ser descubierta, Velásquez estuvo asignada a la Embajada de los Estados Unidos en Managua en el área de la USAID.

La acusación estaba sellada desde febrero del 2004. Velázquez, también conocida como “Marta Rita Kviele” y “Bárbara” ha estado residiendo en el extranjero desde 2002, y actualmente vive en Estocolmo, Suecia.

Al dar a conocer el encausamiento, las autoridades estadounidenses indicaron que de ser hallada culpable, la exfuncionaria federal podría ser sentenciada a cadena perpetua.

De acuerdo con el sumario de la causa, la acusación se deriva del hecho de que Velázquez fue la que presentó a agentes de la inteligencia cubana a Ana Belén Montes, facilitó su reclutamiento, luego la ayudó a conseguir un empleo en la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EE.UU. (DIA), y habría además hecho ella misma labores de espionaje.

Montes fungió como analista de la DIA desde septiembre de 1985 hasta que fue detenida por el FBI el 21 de septiembre de 2001. Seis meses después, se declaró culpable de espiar para Cuba y actualmente cumple una sentencia de 25 años de cárcel.

Velázquez fungió como asesora en el Departamento de Transporte estadounidense; en 1989 pasó a trabajar para la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), y luego fue asignada a las embajadas en Nicaragua y Guatemala.

En junio de 2002 renunció a la USAID después de que Montes confesó que había espiado para Cuba y empezó a cooperar con los investigadores estadounidenses. Desde entonces Velázquez ha permanecido fuera del territorio de EE.UU.

Durante sus años en la DIA, Ana Belén Montes reveló las identidades de cuatro agentes encubiertos a autoridades cubanas y usaba una radio de onda corta para recibir órdenes.

Velázquez puso en contacto a Montes con los servicios de inteligencia cubanos en 1984, cuando la llevó a Nueva York para una reunión con un agente de la isla comunista, que la acusación llama “M”, quien se identificó como miembro de la misión de intereses cubanos en Estados Unidos.

Luego de que Montes fuera reclutada, Velázquez la acompañó en 1985 en un viaje clandestino a Cuba para que recibiera entrenamiento en espionaje. Para cubrir sus pasos, las dos mujeres usaron pasaportes falsos para ir desde Madrid a Praga, y de ahí a La Habana, reveló la acusación.

Velázquez trabajó unos años en el Departamento de Transporte, hasta que en 1989 entró a la agencia de desarrollo internacional (USAID) del Departamento de Estado, donde gozó de una amplia autorización para acceder a documentos clasificados.

Graduada en reconocidas universidades de Estados Unidos, ocupó cargos en las embajadas estadounidenses en Nicaragua y Guatemala. Desde 1979 hasta 1990 vivió en Washington, según la acusación, a la que tuvo acceso la AFP.

La espía recibía instrucciones de los servicios de inteligencia cubanos “a través de transmisiones de alta frecuencia encriptadas” y en contactos con otros agentes fuera de Estados Unidos, según el Departamento.

La orden de arresto contra Velazquez revelada el jueves fue emitida hace 9 años. Ella permanece fuera de Estados Unidos desde el 2002 y Washington no ha podido lograr su regreso. El tratado de extradición entre Estados Unidos y Suecia no permite la extradición por razones políticas, una categoría que incluye el espionaje.