Destapan crisis en el PLI

* Eliseo Núñez señala que parecen borregos “guiados por un pastor que impone su voluntad a través de una ama de llaves que producto de su senilidad cada día es más difícil de tratar”

Reflexiones plagadas de desánimo y hasta cierta incertidumbre, son las que plantea el directivo del Partido Liberal Independiente (PLI), Eliseo Núñez Morales a varios de sus colegas de la vida política, con el señor Eduardo Montealegre a la cabeza.

Núñez Morales luce sin rumbo en un documento que les envió y que tituló: “Ideas sueltas y propuesta”, donde señala que la desorganización del PLI y la falta de captación de seguidores es tan grande, que en algunos territorios solo se están quedando con los sellos. “Corremos el riesgo de convertirnos en una imitación barata del PLC”, indica.

“Creo que hemos perdido el objetivo real de la organización que se está realizando en el partido, estamos eligiendo directivas para tres años tal y cual fuese un partido que no necesita una renovación profunda.

Sanar heridas

“Esta historia de que primero elijamos y después hacemos las reformas, ya se contó en la elección pasada del CEN y jamás hubo tal renovación, estamos entrando al mismo círculo vicioso que el PLC entró después del año 2000, que por mantener el control, perdemos el objetivo central que es ganar el poder y no tener un partido, corremos el riesgo de convertirnos en una imitación barata del PLC”, asegura.

Núñez propone que fijen un plazo provisional para las autoridades electas producto de este proceso que venza en el año 2015 y que en ese año entren a un proceso de elección de autoridades partidarias en conjunto con los candidatos a cargos de elección popular del partido.

“Esto con el fin de tener una propuesta única para unas eventuales elecciones primarias y tener al menos un año para sanar las heridas que del proceso interno queden, además, el impulso de las candidaturas obliga a tener una mejor estructura que la actual y cada quien que aspire a un cargo de elección popular tendrá que preocuparse por tener un soporte adecuado, tanto para promoción como defensa del voto.

“Si dejamos la estructura que estamos eligiendo con las debilidades que hoy tenemos, será esta débil estructura la que incida en las candidaturas a cargos de elección popular y corremos el riesgo que confundamos un liderazgo de partido con el liderazgo que se necesita para ser un buen candidato y ganar una elección, las elecciones que vienen son combinadas y necesitamos arraigarnos con ellas, no podemos retroceder”, señala.

Un partido de cuadros

La desazón de Eliseo Núñez Morales por la situación que atraviesa el PLI le hace plantear que necesitan crecer y señala que con el estado actual de la estructura en los centros que concentran la mayoría de los votantes, no camina para ningún lado “y si dejamos directivas que reflejen la existencia de un partido de cuadros y no un partido de gente, nadie se nos sumará y lo único que lograremos es retener unos sellos partidarios que nos serán inútiles, algo que ya está sucediendo en los territorios”.

Ante los resquemores que puedan levantar sus planteamientos, Núñez se adelanta y aclara que “esta es mi posición frente a las decisiones que se están tomando en la organización del partido, no es nada personal en contra de nadie, es sólo que definitivamente no creo en que el modelo de organización existente nos lleve a ningún lado…

“Hay demasiado control y poca gente, hay celo excesivo de la organización partidaria, sin tomar en cuenta que esto solo está agrandando el problema, en este juego cada uno de nosotros representa algo que puede complementar al otro, estamos aquí por principios compartidos e intereses mutuos, así que basado en esto, cada aspiración es legítima y no debe verse como una amenaza a la organización”.

Temor a doña Kitty

Quizás en alusión a sus diferencias con la señora Kitty Monterrey, con quien recientemente sostuvo un feo altercado que se filtró a la prensa, Núñez plantea que “quiero dejar sentado que con la mayor buena fe del mundo he alertado sobre lo que creo no es correcto, disculpas a Kitty o cualquiera que haya escuchado esto con palabras fuertes, pero lejos de querer ofender, han sido queriendo que las cosas mejoren.

“En ese sentido puede que el equivocado soy yo, pero eso no me deja sin mi derecho a decir lo que pienso y que al menos se discuta, digo esto en razón que la sensación que tengo hoy del partido es la de una organización a la que no pertenezco porque sólo se dan órdenes, y se ve cada posición política que ocupamos como una graciosa dádiva, como si fuésemos borregos guiados por un pastor que impone su voluntad a través de una ama de llaves que producto de su senilidad cada día es más difícil de tratar, y no como algo producto del esfuerzo propio y el soporte de la colectividad que representamos”, asegura.