Panamá molesta por posible canal de Nicaragua
* Martinelli se puso a la “orden” de Ortega en Costa Rica, ahora su canciller trata de “meternos el mono” con los gringos y a la vez disuadir a posibles inversionistas con el cuento de los terremotos
El canciller de Panamá, Fernando Núñez Fábrega, cuestionó el proyecto del Canal de Nicaragua, que China ha propuesto financiar, pues, dijo, además de que falta hacer un estudio de factibilidad, es algo que incomodaría a Estados Unidos.
“Vamos a esperar a que se haga un estudio de factibilidad, hay problemas técnicos que no se han visto”, aseguró en entrevista durante la Reunión de Cancilleres que se celebra en México. “El canal no se hizo en Panamá porque los norteamericanos (de EU) nos quisieran más, sino porque no tenemos terremotos”.
Núñez Fábrega explicó que cada vez que pasa un barco por una de las esclusas se tiran al mar 54 millones de galones de agua, por lo que si las compuertas por algún movimiento sísmico no cierran herméticamente, hay que botar ese canal y comenzar de nuevo.
Además, señaló que se necesita un estudio de factibilidad en materia de recuperación de la inversión.
“Nosotros estamos duplicando la capacidad del Canal de Panamá. Nosotros amortizamos esa inversión en cuatro años; 44 mil millones de dólares (que prevé invertir China) yo creo que van a requerir 200 años, ésa es la realidad”, manifestó el funcionario panameño.
No será “simpático” para EU plan chino
El canciller señaló que a mediados de 2015 concluirán las ampliaciones al Canal de Panamá. “Yo no veo que a los norteamericanos les va a caer simpático que los chinos abran un canal acá”, expresó.
Sin embargo, indicó que Panamá no tiene preferencia por los estadunidenses, pues tienen un acuerdo de neutralidad para tratar a todos los barcos.
Durante la reunión de los presidentes de Centroamérica con Barack Obama en Costa Rica, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli se le puso a la orden a su homólogo de Nicaragua, Daniel Ortega para “asesorarlo” en la construcción del canal. Ahora vemos que fueron palabras “del diente al labio” para lucir como bueno ante sus otros colegas.